Izuku, un niño marcado por la tragedia, desata un poder oscuro inimaginable tras presenciar el asesinato de su madre. Con su quirk recién descubierto y un corazón lleno de sed de venganza, Izuku se sumerge en un mundo de caos y secretos, donde encue...
A medida que la noche caía sobre la majestuosa ciudad de Nueva York, las calles se llenaban de personas que transitaban tranquilamente, sumergidas en conversaciones animadas y el bullicio típico de una ciudad que nunca duerme. El ambiente era festivo y relajado, impregnado del característico espíritu de la Gran Manzana.
Sin embargo, en las distantes costas de la ciudad, apenas visible a varios metros de distancia, se alzaba una imponente estructura que interrumpía la tranquila línea del horizonte. Al acercarse, se revelaba como una colosal base submarina, que emergía majestuosamente del océano. Las olas rompían contra sus muros, añadiendo un aura de misterio y peligro a su imponente presencia.
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Esta base submarina era conocida como "La Balsa", una prisión de alta seguridad que albergaba a los villanos más peligrosos no solo de Estados Unidos, sino de toda América. La reputación de La Balsa como una fortaleza impenetrable había hecho eco en los rincones más oscuros del mundo criminal. Desde líderes de carteles mexicanos hasta asesinos despiadados y cabezas visibles de organizaciones criminales, todos ellos se encontraban confinados en esta prisión submarina.
La Balsa era más que una simple instalación penitenciaria; era un símbolo de poder y justicia, un recordatorio constante de las consecuencias de desafiar el orden establecido. Su reputación como una prisión de la que nadie había logrado escapar añadía un aire de inevitabilidad a su destino para aquellos que caían en desgracia y eran enviados allí.
La mera mención de La Balsa era suficiente para disuadir a cualquier criminal potencial, recordándoles que, en Nueva York, la justicia siempre prevalecería y que ninguna acción delictiva quedaba impune. Era un faro de esperanza y seguridad en medio de un mar de caos y corrupción, sirviendo como un recordatorio constante de que incluso los más poderosos villanos podían ser detenidos y enfrentar las consecuencias de sus acciones.
En un cambio de escena, la atención se desplaza hacia el interior de un imponente avión que surca los cielos de Nueva York. Dentro de la aeronave, se encuentra una mini base de operaciones, donde Melissa se concentra en ingresar códigos y comandos en una gran computadora central.
–Oye, Melissa, ¿cuál es la probabilidad de éxito en esta misión? – regunta una chica de cabello morado, que lleva un extraño gorro con cuernos a los lados, integrado a su conjunto de ropa.
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