En el libro 1 leímos varios gritos de Auxilio de los amantes, no termino bien
¿Raphael después de noventa días regresará vivo?
Arianna Marie Troom está dispuesta a matar a Karina Vergel, con su esposo y padre de sus hijas nadie se mete, la versión...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
¡Charlie Charlie!
Parte Dos.
Segundo Trimestre
Treinta de noviembre.
Raphael.
Me despierto con un dolor de cabeza nada normal anoche tomé demasiado cuando abro bien los ojos y enfoco la mirada la veo a ella recostada en el sofá y yo en sus piernas cuándo debería ser todo lo contrario, me levanto con cuidado y la cargo subo las escaleras y al llegar al cuarto ella se despierta asustada.
- Mi reina buenos días, perdona por lo de anoche- me mira- es que no soporte tu rechazo-, me besa- de verdad yo quiero ser el mejor para ti, pero tú.
- Mi amor, tú no eres una mierda, eres lo mejor de este mundo y yo - me vuelve a besar- te amo.
- Mi reina-nos miramos- te amo y deseo.
- Mi rey quieres que intentemos.
- Seré suave y gentil.
Se ríe, ella sabe que pierdo los estribos, entramos y dice:
- Vamos que falta poco para que Alo se levanté y a ella le gusta demandar atención
La llevo hasta la cama y le quitó con suavidad el pijama, mi tacto la eriza y eso me encanta, mis dedos trazan pequeños círculos alrededor de sus senos.
- Gatito, no calientes la comida si no te la vas a comer.
- ¿Quién dijo que no? Tengo hambre Arianna y me provoca un coñito rosado, que me llama gritos.
- Que insolente eres.
Le bajo la tanga, paso mi nariz deleitándome con su aroma y humedad, ella abre las piernas, nos vemos
- Yo, tú estás muy dispuesta para mí.
No dice nada más, sus manos buscan las mías, las consigues y entrelazamos, se lo que quiere y se lo cumpliré, mi lengua recorre el clítoris, se interna en sus pliegues, ella se contorsiona.
- Ahí, dios mío, gatito- lamo rápido- más, más, más -muerdo suave- joder Raphael.
- Quiero que grites rico, amo como gritas, me recuerdas a la Arianna de quince años la primera vez que le hice esto.
- Siempre lo recuerdo y además siempre me encanta que me lo hagas.
Me despegó y quitó la ropa, me acuesto en la cama, la agarro y hago que se siente en mi cara, sigo jugando con su interior mientras que ella se mueve de atrás para adelante, llenándome de su humedad, jadea, gime y va más rápido.
