Luz en mi oscuridad 🕯 |Twilight Sparkle X Rey sombra | 🕯

Capitulo 9

Twilight Sparkle se levantó temprano esa mañana, llena de energía y emoción. Había decidido que era el momento perfecto para planear un picnic especial para el Rey Sombra. Después de todo lo que habían pasado juntos, sentía que era importante tomar un momento para relajarse y disfrutar de la compañía del otro en un entorno tranquilo y hermoso.

Con determinación, Twilight se puso manos a la obra. Revisó su recetario de pasteles y seleccionó cuidadosamente la receta perfecta: un pastel de fresa con crema chantilly, el favorito del Rey Sombra según lo que había observado. Mientras preparaba los ingredientes, la habitación se llenó con el aroma reconfortante de la vainilla y la fruta fresca, haciendo que el ambiente se sintiera acogedor y hogareño.

Una vez que el pastel estuvo en el horno, Twilight se dedicó a preparar el resto del picnic. Cortó una variedad de frutas frescas y preparó una selección de bocadillos y bebidas. Luego, sacó una manta de picnic y la extendió en el jardín del castillo, eligiendo un lugar bajo la sombra de un viejo árbol para disfrutar del día soleado.

Cuando todo estuvo listo, Twilight se dirigió en busca del Rey Sombra. Lo encontró en la biblioteca del castillo, sumergido en un libro antiguo y aparentemente absorto en su lectura.

—¡Rey Sombra! —llamó ella con entusiasmo, haciendo que él levantara la vista sorprendido—. ¿Te gustaría unirte a mí en un picnic esta mañana?

El Rey Sombra la miró con sorpresa, evidentemente tomado por sorpresa por la invitación.

—Um... sí, por supuesto, Twilight. Sería un honor acompañarte —respondió él, recuperando rápidamente su compostura.

Con una sonrisa, Twilight lo llevó afuera al jardín, donde el picnic estaba listo y esperando. Se sentaron juntos en la manta, rodeados por la belleza natural del paisaje que los rodeaba.

Durante el picnic, compartieron comida y conversación, riendo y disfrutando de la compañía del otro. Twilight le contó al Rey Sombra sobre su infancia en Canterlot y sus aventuras con sus amigas, mientras que él compartió historias sobre su pasado y las lecciones que había aprendido a lo largo de los años.

A medida que pasaba el tiempo, Twilight notó cómo el Rey Sombra parecía relajarse y abrirse más a su alrededor. Sus expresiones faciales se suavizaron, y una chispa de alegría brilló en sus ojos oscuros mientras compartían risas y recuerdos juntos.

Para Twilight, verlo así, tan tranquilo y feliz, era un recordatorio de que incluso las personas más oscuras tenían la capacidad de encontrar la luz en el mundo si se les daba la oportunidad adecuada. Y en ese momento, mientras compartían un momento de paz y felicidad juntos, sabía que había tomado la decisión correcta al invitar al Rey Sombra al picnic.

Después de terminar la comida, se recostaron juntos en la manta, mirando las nubes pasar en el cielo azul claro. El sol brillaba cálidamente sobre ellos, y el aire estaba lleno del suave murmullo de la naturaleza que los rodeaba. En ese momento, no había ningún otro lugar en el mundo en el que preferirían estar que juntos, compartiendo este momento de felicidad y camaradería.

A medida que pasaba el tiempo, Twilight y el Rey Sombra se sumergieron en una conversación animada sobre una variedad de temas. Hablaron sobre la historia de Equestria, compartieron anécdotas sobre sus vidas pasadas y discutieron sus sueños y aspiraciones para el futuro.

El Rey Sombra, aunque inicialmente reacio a abrirse, encontró que hablar con Twilight era sorprendentemente fácil. Su compañía era reconfortante y su presencia tranquilizadora, y poco a poco, comenzó a sentirse más cómodo a su alrededor.

Twilight, por su parte, se sintió profundamente conmovida por la vulnerabilidad que el Rey Sombra mostraba al compartir sus pensamientos y sentimientos. Era evidente que había más en él de lo que la mayoría de los ponis creían, y estaba determinada a ayudarlo a descubrir su verdadero potencial.

A medida que la tarde se deslizaba hacia la noche, el sol comenzó a ponerse en el horizonte, pintando el cielo con tonos de rosa y naranja. Twilight y el Rey Sombra observaron en silencio, perdidos en sus propios pensamientos mientras disfrutaban de la belleza del atardecer juntos.

Finalmente, cuando la oscuridad envolvió el cielo y las estrellas comenzaron a brillar, Twilight se levantó de la manta y ofreció una mano al Rey Sombra.

—Creo que ha sido un día maravilloso, ¿no crees? —dijo ella con una sonrisa.

El Rey Sombra tomó su mano con gratitud, sintiendo una calidez reconfortante en su interior.

—Sí, lo ha sido. Gracias, Twilight, por este hermoso día —respondió él sinceramente.

Juntos, se dirigieron de regreso al castillo, con corazones llenos de gratitud y esperanza por lo que el futuro les deparaba. Aunque sabían que aún tenían muchos desafíos por delante, también sabían que juntos podrían superar cualquier obstáculo que se interpusiera en su camino.

Y mientras caminaban juntos bajo la luz de la luna, el vínculo entre ellos se fortaleció, prometiendo un futuro lleno de posibilidades y aventuras.