Catarsis, mierda de poema

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Desde el más sucio rincón
De alguna parte de mi alma
Sucumbo a mi adicción
Que me contamina como la sarna.

Al escritor, ¿puedes oírme?
Tomaré el silencio como respuesta,
Soy aquel que vive más allá de los pentagramas
Aquel al que no puedes ocultarle nada,
Vivo en ti y a veces me cuesta
Mantenerme en silencio, más tú tratas de cohibirme.

No puedes negar aquello que se esconde
Tras tu piel, tras tu fachada de persona fuerte,
Te duele, te duele como nunca te había dolido,
Y te duele mucho más caer en la cuenta,
De haber caído en su olvido.

Y joder, te entiendo, el amor es duro,
Siempre quemas tus naves por más que no veas futuro,
Iluso de ti, iluso de mi por creer que sería puro,
Puro es el engaño, pura es la realidad
Pureza es aceptar, que nunca más la verás,
Al menos con los mismos ojos, al menos con la misma atención,
Al menos en el silencio ya no escucharás su voz
Como un repetitivo e incesante intento de canción
Que te corrompe por dentro, que te desvive la vida
Que te tortura muy lento y que de ti se olvida.

Busca la luz, busca un nuevo mundo
Busca en el vertedero de aquello que guardas tan profundo,
Renace de la Tierra seca, rompe por una vez la fina línea que nos separa,
Déjame que crezca, deja de una puta vez que la locura te invada,
Entra en mi bello reino, lugar dónde la poesía te ampara.

Tú y yo sabemos que habrá funeral,
Un nuevo inicio, no será un final,
Renace y rompe las cuerdas
Para a la paradoja darle la vuelta,
Encontrarás a la cordura abierta de piernas,
Encontrarás a tu amada en aquello que te importa una mierda.
Nadie oirá el fatídico cantar
Del caballero andante que honor político ni familiar
Perdió tras su destierro,
Viviendo una vez y otra más su eviterno,
Pesado y doloroso entierro,
Viviendo siempre muerto.

Rutter, ¿a quién pertenece tu pesado mirar?
Has cambiado, ya no eres igual.
Acechando al romanticismo cual ave rapaz,
Nos traicionaste cuando a él te comenzaste a apegar.
Convertiste a las nubes y sus figuras
En incoherencias de un polla dura
Que se niega a pensar,
¡hipócrita!, ¡mierda de poeta!, sucio carcamal...
Que vuelva aquel que se cagaba en la humanidad.

Cállate la puta boca.

Catarsis (El Vertedero)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora