Amar significa matarte ||Wriolette

02.-

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Nunca se había preocupado por comer pero estaba sorprendido, ¿De verdad un simple té podía saber tan bien? Su expresión había cambiado por completo, lucía más feliz. La casa estaba tan calentita que olvidaba por completo sus heridas del pasado, ni siquiera tuvo que seguir con ese abrigo y los guantes, el chico lo miraba con una sonrisa, ¿Por qué le sonreía, acaso le iba a hacer algo malo?.

Neuvillette dejó la taza en la mesa, ahora tenía miedo de haber tomado algo envenenado.

—¿No te gustó?.

—Umm ¿Quieres probar? ¿No tendrás frío?.

—Puedo hacerme un té para mí, disfrútalo.

—¡Espera! —Dijo levantándose del sillón llevándole la taza —¿Puedes probar el sabor?.

El chico lo miró sin decir nada, su sonrisa había desaparecido.

—¿Crees que está envenenado?.

Neuvillette se sentó en silencio preguntándose ¿Es que no entiende?.
Si podría estar envenenado pero no parecía ser que el tuviera malas intenciones, aún así se acercó y bebió de la taza.

—¿Ahora te sientes mejor? No te voy a envenenar.

—Perdón...

El peliblanco empezó a preguntarse cuando podía irse a su lugar seguro, el chico parecía querer pasar más tiempo con el pero el solo había aceptado la taza de té, no quedarse la noche.
Estaban sentados uno al frente del otro, ninguno decía una sola palabra pero el silencio era incómodo, en algún momento tendrían que hablar.

—¿Cómo te llamas?.

Neuvillette lo miró pensando en que decir ¿Debía mentir o no?.

—Um... Neuvillette —Dijo mirando el suelo.

—Bonito nombre, nunca lo había escuchado.

—Gracias...

El chico lo miró como si estuviera esperando a que le preguntara su nombre, quería decirlo pero no quería que fuera de la nada.

—¿C-cómo te llamas tú? —Preguntó mirándolo con un poco de desagrado.

—Yo...me llamo Wriothesley —Sonrió, esa sonrisa era más bonita que el mismo paisaje del atardecer que logró calmar el alma intranquila de Neuvillette.

Ambos se miraron en silencio, el silencio los dominaba.

—Bueno Wriothesley —Le estaba costando pronunciarlo.

—Wriothesley.

—Wrio... Wriothessley- Wriothesley.

—Sí, así, Wriothesley. 

—Wriothesley...¡Wriothesley! —Por primera vez Neuvillette le sonrió, se rió, había logrado decir su nombre y se sintió como un gran logro.

—¿Te quedas a dormir?.

—Tengo mi habitación en otro lugar.

—Oh...ya veo.

Neuvillette no entendía porqué quería que se quedara a dormir, no necesitaba eso, ¿Dónde dormiría ahora?, ¿En el suelo?, se negó y miró el reloj de la pared, era hora de ir a dormir en su habitación, su cama, su cuarto.

Su lugar seguro.

—Está bien, puedes venir cuando desees siempre te recibiré con gusto.

—Gracias, gracias por todo. Buenas noches.