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성훈: Cuando tu enemigo ve tus heridas

Se nota que me gusta el enemies to lovers, no?🤓

Llegaste a la escuela y entraste a tu primera clase que era matemáticas. El profesor anunció un test sorpresa. 

Mientras te dirigías a tu asiento usual  notaste algo extraño. Sunghoon, tu enemigo estaba sentado en el asiento donde Sunoo, tu compañero de banco, debía estar.

Antes de que pudieras cuestionarlo, el profesor los calló a todos. Al terminar el examen le preguntaste.

-¿Así que? ¿Qué haces aquí?-

-Respondiendo mi examen- respondió con un tono obvio pero con algo de burla

-¿Porqué a mi lado? Había otros sitios libres-

-Bueno digamos que no estudié y sé que tu sí así que... ajá- suspiraste

-Al menos espero que no hayas copiado todo igual por que si no me meterás en problemas. Te mataré si eso pasa- lo apuntaste con tu dedo

-Cálmate, no lo hará- dijo calmado. Se quedaron unos segundos en silencio mirándose hasta que él volvió a hablar, -¿Ya te vas a quitar? Quiero ir a comer- él estaba en el asiento que daba a la pared así que bloqueabas su paso, te quitaste

-Tonto- murmuraste mientras él pasaba a tu lado

-¡Oye! Te escuché- exclamó él y te golpeó de broma en el hombro

Sin embargo, aunque el golpe había sido leve te dolió puesto que ya tenías una herida reciente ahí, soltaste un "Auch" en voz baja, él no lo escuchó y siguió su camino. Tú pusiste tu mano en el área afectada y la sobaste para aliviar el dolor.

Te dirigiste hacia una banca solitaria y te quitaste el suéter. Levantaste tu manga para dejar al descubierto tu hombro y sacaste una crema de tu mochila para aplicarla en la herida. Siseaste por el dolor al tocar el moretón.

-Hey, T/n, ¿estás aquí? ¿Tienes algo de comi...? Uy, ¿Qué te pasó? ¿Yo hice eso? No creí haberte golpeado tan fuerte, lo siento- Sunghoon apareció de la nada, intentaste cubrir tus brazos lo más rápido posible, poniendote tu sueter pero él ya había divisado los demás cortes y heridas

-No, no, no fue tu culpa- murmuraste, luego te quedaste callada sin saber que más decir

-T/n... ¿estás bien?- preguntó, aunque no le caías de lo mejor estaba preocupado

-Sí, no es nada- respondiste, tomaste tu mochila y estabas lista para irte pero él tomó tu mano con delicadeza para detenerte. Lo miraste a los ojos sin saber qué hacer, podías ver sus ojos preocupados. Tomaste su distracción para soltarte e irte.

Al terminar las clases Sunghoon te encontró sentada en la banqueta de la escuela. Después del "incidente" su comportamiento había cambiado, se había vuelto delicado y amable.

-¿No te irás a casa?- preguntó, levantaste la mirada para encontrarte con sus ojos, incluso su tono de voz era más suave

-El clima es lindo aquí-

-Literalmente hacen 40 grados y tu llevas un suéter- dijo mientras se sentaba a tu lado, te quedaste callada

-Puedes venir a mi casa- propuso

-No quiero tu lastima o lo que sea-

-Estoy intentando redimirme. No sé por lo que pasas pero ahora me siento mal por haberte tratado cómo lo hice sin saber que estabas pasando por peores cosas- pensaste unos segundos en si debías contarle, después de todo no era tu bully, solo le gustaba hacerte enojar pero ahora parecía verdaderamente honesto.

-No quiero ir a mi casa, aceptaré tu propuesta-

Ambos se pararon y él comenzó a guiar el camino hacia su casa. El camino fue silencioso, ninguno dijo nada ya que no estaban acostumbrados a pasar tiempo juntos así sin pelearse. Al llegar a su casa se encontraron con su madre cocinando.

-Hola, cielo, veo que trajiste una amiga-

-Mhm- respondió él

-Hola- murmuraste con una reverencia

-¿Te quedarás a comer con nosotros?- ibas a negar pero Sunghoon habló primero

-Sí, mamá- ella asintió. En realidad no te molestaba, el olor era delicioso.

Subieron a su habitación en silencio, tu lo seguías cómo un perrito perdido, explorando todo a tu alrededor.

Dejaron sus mochilas en el piso y él se sentó en la cama, lo seguiste.

-¿No tienes calor? Tu abrigo se ve caliente-

-No- respondiste simplemente

Él se acercó lentamente a ti y tomó tu brazo con delicadeza para después levantar tu manga. Lo detuviste al principio pero tras mirarlo a los ojos te dio confianza y decidiste dejarlo.

Él observó tus heridas con detenimiento.

-¿Has hablado con alguien de esto?- tú presionabas tus labios para contener el llanto, negaste, -Puedes hablar conmigo-

Sin poder contenerlo más, te soltaste a llorar. Él, sin pensarlo dos veces, te envolvió con sus brazos y te dejó desahogarte en su hombro mientras acariciaba tu cabello.

-Puedes hablar conmigo cuando quieras, ¿sabes?- murmuró, sorbiste la nariz antes de hablar

-¿P-por qué te importo?-

-Podré molestarte a veces pero tampoco soy un monstruo. A veces todos necesitamos alguien en quien apoyarnos, no dejaré que sufras sola. Perdón por no darme cuenta antes-

Sus palabras tocaron tu corazón. Encesa misma posición comenzaste a contarle todo lo que te sucedía, él escuchaba con atención, dejándote mojar su camisa.

-Lo siento. Eres una persona tan dulce, no mereces esto. Mereces cosas lindas, cómo yo- dijo intentando hacerte reír, no funcionó aunque te hizo sonreír un poco, él se aclaró la garganta, -Lo siento, a lo que me refiero es que mereces todo lo bueno en el mundo. Haré lo que pueda para ayudarte a solucionar tus problemas, no siempre tenemos que solucionarlos solos-

Te alejaste de él y lo miraste a los ojos.

-Gracias- murmuraste para después, lentamente, acercar tu labios y juntarlos con los suyos. Tras dos segundos él se alejó por la sorpresa y tú bajaste la mirada pensando que habías malentendido la situación.

Él tomó un pañuelo de su escritorio y tras levantar tu rostro, tomándote por la barbilla, limpió tu rostro.

-Las lágrimas no saben bien- dijo para después capturar tus labios en un beso más largo y lleno de amor y apoyo. 

-Me gustas- dijo al separarse

-A mi me gusta el olor que viene de la cocina, ¿podemos ir a comer?- bromeaste, él rodó los ojos

-No hasta que me digas si sí te gusto-

-¿No quedó claro?-

-¡Quiero que lo digas!- reíste

-Sí, Sunghoon, sí me gustas- él sonrió tiernamente

-Genial, vamos a comer- tomó tu mano para comenzar a caminar