Twenty-Four

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Llegué a casa y pude darme una ducha y cambiarme de ropa. Me siento un poco mal por haber abandonado a Chuck, pero sólo un poco. No debería haberme dejado sola en el auto. Todos los novios tienen que aprender una lección eventualmente. Entré a la cocina mientras Sebastian tomaba un poco de jugo. —¿Cómo te va con Blair y Nate?— Pregunté y Sebastian me miró.

—Estoy bien.— Dijo encogiéndose de hombros y suspiré.

—Sebastian, la amas. ¿Por qué no le dices eso y le dices que quieres intentarlo de nuevo?

—No es tan simple. Ah, y por cierto, mamá dijo que quiere tener una conversación seria con nosotros.

—¿Acerca de?— Mi teléfono empezó a sonar. —Espera.— Saqué mi teléfono para ver el nombre de Serena y contesté. —¿Hola?

—Lena, te necesito. Se trata de Gabriel.— Serena dijo y pude escuchar el pánico en su voz.

—Estoy en camino.— Colgué el teléfono. —Tendremos que continuar más tarde. Serena me necesita.— Dije alejándome de él.

—¿Con que?— Preguntó Sebastián siguiéndome.

—No te preocupes por eso.

—Oh, no, no puedes dejarme aquí para ocuparme solo de mamá.— Sebastián intentó subir al ascensor y lo empujé hacia atrás presionando el botón.

—Serena está esperando.

—Bien, voy contigo.— Sebastian dijo deslizándose por las puertas y suspiré.

Llegamos a la casa de Serena y entramos a su habitación donde Serena estaba sentada en su cama. —Me alegra mucho que hayas venido, Lena. Muchas gracias por... ¿Por traer a Sebastian?— Ella me miró.

—Puedes culpar a nuestra madre.— Dije y Blair entró en la habitación con Nate detrás de ella.

—Blair, trajiste a Nate. ¿Qué pasa con ustedes?— Preguntó Serena.

—Oye, estoy tan desconcertada como tú. Salí en la 53 y salí corriendo, pero él es más rápido de lo que parece.— Blair explicó.

—Podría haberte dicho eso.— Le dije a Blair antes de mirar a Serena. —¿Qué pasó? No me digas que ese paleto te dio sarna.

—Se fue con el dinero. Si me dices 'te lo dije' ahora mismo, podría perderme, así que por favor no lo hagas.— Serena dijo sentándose nuevamente en la cama.

—Lo siento. Esto no es algo en lo que quisiera tener razón. ¿Estás bien?— Pregunté.

Serena sacudió ligeramente la cabeza. —No lo sé. No lo sé. Sigo tratando de descubrir qué era real y qué no. No tiene ningún sentido.

—Los sentimientos nunca lo hacen. Te confunden. Luego te conducen durante horas hasta que te devuelven al punto de partida.— Dijo Blair y la miré confundido.

—Necesito arreglar esto.— dijo Serena.

—¿Cómo podemos ayudar?— Preguntó Nate.

—Bueno, tengo un plan. Díganme si piensan que es una locura.— Serena dijo y su gran plan era el truco del embarazo. No es una mala idea. No es innovador, pero tampoco está mal.

Serena se sentó con Blair y conmigo mientras llamaba a Gabriel. Nate y Sebastian estaban parados frente a nosotros. —Hey, Gabriel, soy yo. Lo siento, nunca volví esta mañana. Pero venía a decirte algo, y entonces me-me asusté porque..

Chuck entró en la habitación. —Espero que hayas disfrutado del viaje de regreso en mis asientos de cuero.

Me levanté y di un paso hacia él. —Shh.

Gossip Girl (Book 2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora