Capítulo 3

982 108 23
                                    

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.





Después de realizar la actividad, Charlie y Lucifer estaban hablando sobre lo que dijo cuando llegó al hotel en la habitación donde se quedaría por un tiempo este último.

—Con que un sueño muy vivido.

Lucifer solo asintió.

—Y, ¿qué soñaste?

Sé atraganto con su saliva y comenzó a toser y a ponerse muy rojo. —Como te digo, bueno, son cosas privadas y muy incómodas de hablar con tu propia hija y... —empezó a jugar con sus dedos.

—Papá, si quieres que te ayude tendrás que contarme tu sueño—lo tomó por los hombros y lo miro a los ojos.

Rendido, suspiro y le comenzó a contar.

𓆩☕︎︎𓆪

A

lastor iba bajando las escaleras con una bolsa enorme a sus espaldas, la cual iba escurriendo de sangre, definitivamente tendría que decirle  a Niffty que limpie al rato.

—¿Qué llevas ahí? Sr. Sonrisas. —era Angel, el cual sé acerco hasta donde estaba Alastor. No esperaba ver a nadie, ya que espero a que la mayoría sé fueran y sé preguntarán, ¿por qué no uso simplemente sus sombras para pasar desapercibido? Pues verán, desde hace unas semanas sus poderes han estado fallando.

—Es un pequeño secreto mi afeminado amigo. —continuó caminando.

—¡Oh vamos, permíteme ayudarte!

No sólo sus poderes habían estado fallando, todo en él había cambiado, se sentía más irritado de lo normal, sus pies, por muy raro que fuera se hinchaban, se sentía más... ¿Sentimental? ¡Oh y claro, sentía mucho asco hacía la carne de venado!

—Bueno, ya que estas dispuesto a ayudar, tira esto en donde sea, no lo voy a necesitar. —dejo el costal en las manos de Angel que miro con repulsión la bolsa.

—Esto me pasa por entrometido. —como pudo lo agarro y salió del hotel y antes de tirarlo abrió el costal para ver lo que había adentró. —Un... ¿Venado?

Como sea, lo dejo por ahí y volvió al hotel, iba camino a su habitación para prepararse ya que en un rato más tenía que ir con Valentino a filmar, pero un olor muy rico lo detuvo e hizo que se dirigiera a la cocina.

Era Alastor que estaba cocinando la parmigiana¹.

—Vaya, quien lo diría, ¿desde cuando sabes cocinar comida italiana?—se recargo en el marco de la puerta.

—Bueno mi estimado amigo, hay muchas cosas que no saben de mi y prefiero dejar en el anonimato. —siguió cocinando sin mirar a Angel.

—Bueno, todos tenemos cosas que preferimos nunca salgan a la luz... ¿Ya casi terminas? Dejame ayudarte, ya tiene mucho que no cocino. —tomo un cuchillo y empezó a cortar lo que faltaban de berenjenas. —Mira, mi especialidad son tratar con estas cosas jaja.

¿Qué jodidos es un doncel? Donde viven las historias. Descúbrelo ahora