Un agridulce dolor -Álvaro Gango-

Mi miedo.

-Es curioso, hemos empezado con mal pie y miranos ahora..Si te soy sincera, al principio pensaba que eras un estúpido engreído pero estas cambiando mi opinión, sigue así. - digo riendo a la vez que me tapo la sonrisa con las manos. Es algo que siempre hago, no es porque no me guste mi sonrisa, pero mi timidez no ayuda.
+ La verdad es que hace mucho que no me reía así con una chica..Nunca antes se habían preocupado en conocerme..sin embargo tu..
Estamos tumbados en el césped, llevamos por lo menos dos horas hablando...deben de ser las dos de la madrugada, los demás están bebiendo y bailando en la otra parte..Pero la verdad, me siento bien con Álvaro. Podría estar así toda la noche, tumbada junto a él, mirando las estrellas y contándonos lo que nunca habíamos contado por miedo a que nos juzguen..
- Es irónico, te he contado cosas que jamas le contaría a alguien..
+ Escucha, se que nos conocemos de poco, pero a partir de ahora estaré aquí siempre..Eres de esas personas que se que merecen la pena que estén a mi lado.
Siento unas ganas terribles de bersarlo, estamos a tan solo unos centímetros..pero no puedo, no después de lo que he pasado..no quiero que me ocurra de nuevo. Mar para.
Veo como Álvaro alza su mano y la posa en mi mejilla, me acaricia suavemente como si quisiera recordar cada parte de mi..Se acerca levemente, y me besa. Es un beso dulce, lento y suave. Cierro los ojos y me siento en el mismísimo paraíso..Esto no puede estar pasando, no puedo.
Me aparto bruscamente, cojo mis chanclas y echo a andar.
+ Eh, espera Mar. Lo siento, me he dejado llevar. - dice cogiendome del brazo e impidiéndo que siga andando.
- Dejame por favor, no tengo ganas de estar aquí contigo. No puedo, por favor Álvaro.

Pero a quien pretendo engañar, nada me gustaría mas que quedarme toda la noche a su lado, saboreando sus labios y siendo feliz después de mucho tiempo.

+ Escucha Mar, me he dejado llevar, y la verdad sigo teniendo ganas de besarte, de hecho me muero por hacerlo ahora mismo - esto último hace que suban mis colores convirtiéndome en un autentico tomate- pero confía en mi, no se la razón por la que has teniendo este volunto..pero si ha sido el beso lo que te ha incomodado, prometo que no volveré a hacerlo a menos que tu quieras. Pero por favor quedate, quiero seguir esta noche a tu lado..-
Es imposible no mirarle la sonrisa mientras habla, no perderse en sus ojos cuando me mira..Pero no puedo, hay algo que me impide seguir..Tengo miedo de que esto sea algo pasajero y a la mañana siguiente ni me mire..No Mar, no puedes permitir que te vuelvan a hacer daño.
- Lo siento Álvaro, no me encuentro bien, mañana hablamos.
Empiezo a andar esperando a que venga detrás y vuelva a besarme pero no lo hace..Y no me extraña ¿quien querría besar a alguien como yo? Esto es una estupidez.
Subo a la segunda planta y entro en la habitación que nos han preparado a Ana y a mi.

Estoy sola. Me pongo el pijama, y antes de dormir compruebo mis mensajes. Uno es de mi madre, otro de mi hermano y el último... ¿ qué? No es posible. Debe de ser un error.

* Hola pequeña, espero que leas este mensaje antes de borrarlo. Te preguntarás que hago hablándote después del tiempo que ha pasado..Pero tiene una explicación, hoy es 24, haríamos un año y sólo quería recordar cuando éramos felices..Lo se, cometí un error y te engañé, y fui imbécil. Imbécil por perder a alguien que de verdad me quería por una noche, imbécil por hacer daño a la persona mas importante en mi vida..Imbécil por dejarme llevar. No pretendo que me contestes, pero necesitaba sacar esto. La verdad es que no te he olvidado, si, he estado con muchas chicas desde lo nuestro pero ninguna me ha llenado como tu, ninguna me ha sabido querer como tu. Mar, te sigo queriendo. *

¿Quien se ha creído para aparecer de repente en mi vida y decirme esto? Es increíble, no puedo con esto. No puedo mas.

Decido dejar el mensaje en leído y irme a dormir.
Sin duda, el sábado será un día muy movido.