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Disclaimer: Los personajes de esta historia son de Rumiko Takahashi.
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KAGOME
–Inuyasha –lo llamé, tratando de sacarlo de aquel estado de perplejidad en el que se había quedado.
Sonreí mirando el rostro preocupado y algo ansioso de Kaede.
–Doctor Taisho, podría al menos pedir un taxi –comenté, mientras volvía a mirarlo–, porque en su estado dudo mucho que pueda conducir hasta la clínica.
–Kag... ¡Kagome!
Se acercó rápidamente para ayudar a Kaede a sostenerme.
–Tranquila ¿Te duele algo? ¿Sientes alguna molestia?
–Me molesta verte tan asustado –Le dije y de inmediato su semblante cambió.
Le regalé una sonrisa cálida mientras llevaba una mano a su mejilla.
–Tranquilo, estoy bien. Pero tú eres el doctor ¿dime que tengo que hacer?
De pronto sentí una contracción y tuve que sostener el brazo de Inuyasha hasta que pasara, temía que pudiera incrementar estando aún en casa.
Inuyasha adivinó mis pensamientos y en cuestión de minutos llamó a un taxi. Kaede se encargó de subir la pequeña maleta del bebé, mientras que Inuyasha subía mis cosas y todo lo necesario.
–Todo estará bien, tus contracciones no son muy seguidas. Eso nos dará tiempo para llegar a la clínica.
Me sonrió, sentándose junto a mí.
–Mi niña, no te preocupes, yo me quedaré en casa por si surge algo.
Miré a la mujer y asentí con la cabeza.
–Muchas gracias Kaede.
–Bien, es hora de irnos –le dijo Inuyasha al conductor.
Este asintió y empezó a avanzar.
–¡Rápido por favor! ¡Leya! –llamó Inuyasha apenas pusimos un pie en la clínica– ¡Necesito una silla de ruedas!
–Doctor Taisho...
Al parecer varias miradas curiosas se habían percatado de nuestra presencia.
Una nueva contracción me invadió y arrugué la frente de dolor.
–Inu...
–¡Mi esposa está a punto de tener un bebé! ¡Quiero que traigan la bendita silla de ruedas de una maldita vez!
Leya dio una orden con la mirada y de inmediato varias enfermeras se aproximaron para ayudarme. Inuyasha me ayudó a sentarme y en todo momento no se apartó de mí.
–Señora, ¿cómo se llama su doctor?
Miré a Inuyasha sin saber qué responder.
–Soy yo –respondió en mi lugar.
–Doctor Taisho, por ética de la clínica usted no puede atender el parto de su... exesposa.
Bien, al parecer todos en la clínica sabían de nuestra situación. Era evidente, considerando que Inuyasha estaba con Kikyo en el tiempo que yo estaba en aquella casa con ese hombre.
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ENTRE PROMESAS ROTAS
Fiksi PenggemarKagome e Inuyasha deciden divorciarse, pero una invitación de boda de sus amigos los lleva a fingir ser una pareja feliz. La incertidumbre sobre cómo manejarán esta situación plantea interrogantes sobre el destino de su relación y las sorpresas que...