✝️Peccātum✝️ {ChanMin}/{2min} 🔞

(10). Efesios 4:25

“Por tanto, dejando a un lado la falsedad, hablen verdad cada cual con su prójimo, porque somos miembros los unos de los otros”
--(Efesios 4:25)--

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Después de comer un poco en la cafetería decidí venir a las canchas de tenis para entrenar un poco en lo que mi prometido venia.

Practicar este deporte siempre me ayuda a despejar un poco mi mente, solo debo concentrarme en golpear la pelota con la raqueta y que pase la red sin salirse del cuadro.

Contrario a lo que podría parecer, no siempre es tan fácil, muchas de las veces mis saques terminan en out, sobretodo cuando no puedo controlar mi fuerza, hoy no es ese tipo de día.

De hecho, tres de cada cinco pelotas que lanzó no logran siquiera pasar la red, mi hombro no se siente bien el día de hoy, me duele un poco y es  extraño porque no recuerdo haberme golpeado con algo o haberme lesionado.

Ah, ya lo recuerdo, debe estar así por el golpe que me tiro al suelo el otro día de parte de Jisung, bufo, como lo odio.

Hasta donde sé, odiar no es bueno pero tampoco es considerado un pecado ¿cierto? Va, ¿qué más da?

Me siento en el pasto con las piernas cruzdas después de que mi última pelota se quede a media cancha, estoy cansado.

—¡Mi amor!

Minho se sienta a mi lado mirandome con una sonrisa, no se ve molesto conmigo ¿Porqué siempre tiene que ser tan bueno?

Le regreso la sonrisa a medias y mi vista va hasta su mano, me esta tendiendo una pequeña cajita, la tomo con cuidado.

Es un anillo de juguete con un diamante de caramelo.

Sonrió ahora si de verdad, es divertido.

—¿Qué es esto?

—Una chica de mi clase los estaba vendiendo y me pareció bonito, además es de fresa, tu sabor favorito de caramelo.

Hago un puchero y me lanzó a los brazos de mi prometido, que me aprieta contra si con fuerza pero a la vez con cuidado.

—Minho, no cambies nunca, lo que dije esta mañana no era verdad, no creo que seas intenso ni nada por el estilo, eres perfecto tal y como eres, adoro que siempre me des regalos de la nada, me gusta que te preocupes por mi, que siempre sepas lo que me sucede aunque no te lo diga con palabras, aprecio que quieras ayudarme con la comida y amo que siempre tengas una mano sobre mi, te amo, te amo.

Minho suelta una carcajada y acaricia mi cabello sin dejar de abrazarme.

—¿Cómo podría tratarte de otra manera? Mereces esa atención y más, cariño, amo complacerte y hacerte feliz.

—¿No estas enojado conmigo? Me porté grosero contigo y con los demás sin razón aparente.

—No podría enojarme contigo aunque quisiese, mi amor, hasta cuando estás de mal humor eres hermoso.

Me escondo más contra su pecho al escuchar sus palabras, a pesar del tiempo que llevamos juntos, no puedo evitar sonrojarme cuando me dice esa clase de cosas.