"Caminos oscuros"

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Me encontraba contra la espada y la pared, atrapado en un laberinto de decisiones que parecían desafiar cada fibra de mi ser. Cada elección que tomaba parecía llevarme más lejos de la salida, y el tiempo se deslizaba entre mis dedos como arena fina. En medio de este caos interno, no podía evitar sentir que el destino se burlaba de mí, retorciendo las circunstancias a su antojo.

"No puedo pegar el ojo", susurré en la oscuridad de mi habitación. Mis pensamientos se agitaban como un mar embravecido, incapaces de encontrar el reposo que ansiaba. El tic-tac constante del reloj resonaba en mis oídos, recordándome que cada segundo perdido era irrecuperable.

De repente, un escalofrío recorrió mi espalda y se me pusieron los pelos de punta. Una sensación de inquietud se apoderó de mí, como si algo acechara en las sombras, observándome con ojos invisibles. Mis manos buscaban algo tangible, algo que pudiera abrazar para encontrar consuelo en medio de la incertidumbre, pero solo encontraban el vacío.

Con cada expiración, sentía cómo la ansiedad se apoderaba de mi pecho, como una serpiente que aprisionaba mi respiración. Cerré los ojos con fuerza, tratando de alejar los demonios que danzaban en mi mente, pero seguían ahí, implacables.

En un instante de lucidez, comprendí que la única salida era enfrentar mis miedos cara a cara. Con paso vacilante, me armé de coraje y salí al mundo exterior, decidido a desafiar las fuerzas que conspiraban en mi contra. A medida que el sol se alzaba en el horizonte, sentí un rayo de esperanza atravesar las nubes oscuras de mi mente. Quizás, después de todo, la luz siempre encuentra su camino, incluso en los rincones más sombríos del alma.

"Trazando Caminos en la Oscuridad"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora