Capítulo III:
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#3. No todo es lo que parece.
Yo por ejemplo, te amo mucho más de lo que los demás creen.
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ANGELS HIDE
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Las dos caras de la misma moneda.
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―Esta rota― Llore observando el pequeño agujero en la manga de aquella sudadera.
Era lo único que tenia de Itachi, lo único que me había dejado luego de que lo enviaran al reformatorio y yo me quedara en ese infierno.
―Tranquilo, pequeño― Ella sonrió tomando la prenda entre sus manos ―Yo lo arreglo―
Yo no pude evitar sonrojarme al verla sonreír. Hacía unos meses que ya vivía allí en ese orfanato y Sakura era el único motivo por el cual me levantaba todos los días. Levanto aquella sudadera ante sus ojos y observó con el ceño fruncido el agujero en la tela, hizo una mueca muy graciosa al momento de enhebrar la aguja para comenzar a cocer.
―Es una sudadera muy hermosa― Comentó sentada a mi lado en la cama.
Yo asentí y observe esa prenda que llevaba usando casi todos los días desde que llegue a este lugar, me quedaba enorme casi llegando a las rodillas, era de color negro y poseía unas pequeña nubes rojas adornando sus mangas y parte del pecho y espalda, la capucha también era negra pero el forro interior era de un rojo profundo, casi casi el color de la sangre. No llevaba el abanico blanco y rojo bordado que era el típico emblema de nuestra familia porque Itachi se la había mandado a hacer específicamente para él y me la había dejado a mi antes de irse. Antes de que nos separaran.
―Listo― Murmuro y yo observe aquella costura mal hecha que cerraba el agujero que le había hecho a la sudadera.
―Gracias, Sakura― Chille tirándome a abrazarla y a pesar de llevarme dos años -yo tenía ocho y ella diez- éramos casi del mismo tamaño.
La puerta se abrió en ese momento y la pelirrosa se tenso a mi lado al ver el rostro de Magna aparecerse, se alejo de prisa de mi cuando vio a la cuidadora acercarse a nosotros.
―¿Qué hacían los dos solos aquí encerrados?― Preguntó enojada.
Iba a abrir la boca para replicar cuando la pelirrosa se levanto de un salto de la cama y se colocó entre ambos.
―Nada. Estaba por tender las camas y Sasuke vino a abrigarse porque tenía frío― Mintió y Manga observó todas las camas tendidas.
Dio unos pasos hacia la cama de enfrente y tomo las frazadas con fuerza desarmando la cama, yo estaba apunto de insultarla cuando la pelirrosa me tomó de la mano y me miro de reojo para calmarme.
―Hazlas de nuevo, están mal hechas― Hablo seria y Sakura asintió en silencio ―Y tu― Me señaló ―Al taller ahora― Ordeno.
Desvié la vista a Sakura, ella asintió despacito con una sonrisa y me alcanzo la sudadera, yo la tome de prisa y sentí la mano de Magna sobre mi hombro empujándome fuera del dormitorio de los chicos, lo último que observe antes de irme de ese cuarto eran esos ojos verdes.
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Angels Hide.
RomanceTodos tenemos una persona que nos hizo mil pedazos y nos dijo ahora constrúyete. SasuSaku. Esta historia tiene dos lados: El de ella El de él .