Dicen que recordar es volver a vivir. Lo cierto es que contigo o sin ti prefiero crear historias, ya sea fugaces como quienes cruzan miradas y sonríen o interminables como cuando tu regazo sostiene mi mundo y sonrío sin saber si esto terminará mañana o si mi vida será un abrir y cerrar de ojos a tu lado aunque vivamos 80 años juntos.
No puedo saber que piensas mientras yo simplemente disfruto este momento a tu lado porque aprendí a amarte así: como quien nunca ha amado. No quiero esperar nada de ti para que el corazón no duela, pero si me pidieran describir lo que siento por ti sería un interminable salto al vacío con los ojos abiertos. Porque, a sabiendas que voy a caer, el sólo haberte conocido me ha dado una dicha inexplicable, tan grande, que siento que ha vivído mi alma más alegría que mil almas juntas. Me pongo seria y te miro, culpándote por hacerme tan dichosa y vivir egoístamente sin notar existencias ajenas a este sofá que guarda todos mis sentimientos hacia ti.
Hoy quiero simplemente darte gracias porque desde ti, olvidé que alguna vez sentí algo. Porque amarte me ha hecho volver a vivir.
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Todo lo que nunca te dije
Romancela vida es un respiro, a veces suave, a veces tan rápido que puedes sentir como a pesar de tomar aire continúa faltándote oxigeno; bueno, así es mi amor por ti. a veces tierno y sin reservas, como quien ama por primera vez. A veces loco y apasionado...
