La verdad

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¿Qué estoy haciendo?

En cuanto Tatiana salió de ese trance hipnótico, fue demasiado tarde. El brazo de él se envolvió en su cintura como un grillete de acero, anclando sus cuerpos uno al otro.
Su corazón latió más de prisa que lo que alguna vez recordó haberlo hecho. Estaba completamente desnuda, y pegada contra su cuerpo, que parecía estar en llamas, incluso más que antes, cuando ella lo había tocado por primera vez.

Dios... ¿qué hice..? Tengo que librarme de él...

Con todas las fuerzas que tenía, Tatiana intentó separarse de él, acto que le fue imposible, ya que no cedió ni un centímetro. Intentarlo solo le causó dolor.
Su otra mano cayó sobre el posterior de su cuello, manteniéndola en su lugar, dejándole a Tatiana nulas posibilidades de escapar.

Levantó la cabeza y lo miró.
Lo que ella vio en sus ojos hizo que intentara con más determinación salir de sus brazos, pero fue en vano.
Lo único que había logrado era que ambos cuerpos siguieran restregándose uno al otro, generando más fricción entre su piel y la de él, algo que ella temió podria dejarla más débil y sin defensas para enfrentarlo. escapar de él Levantas la cabeza y lo miras.

-Si sigues moviéndote así, vas a lastimarte. - Su áspera voz termina haciendo lo que ella temía.
No ayudó para nada que lo haya susurrado cerca de su oído y su aliento cálido le haya erizado la piel.

¿Por qué..?¿ El no pudo haber elegido otra persona para atormentar ?

Tatiana dejó de moverse y luchar. El tenía razón. Se estaba lastimando a propósito, pero no físicamente como el creía.
Pero ella lo había querido, estuvo decidida a enfrentarlo.
Creyó que podría ser capaz de jugar con su mente y hacer que la deje en paz, pero lo que había conseguido fue quedar en una peor posición que antes, con respecto a él.

Ella estaba tan confundida que la cabeza comienza a palpitarle de nuevo al igual que su corazón alocado en sus oídos.

La piel de él está caliente y suave. Ella podría descansar un poco y aliviarse allí.

No

Tatiana sabe que le sucedió lo mismo la primera vez que lo vio la noche anterior. Ella pensó en huir de él, luego sintió su cabeza estallar de dolor, luego el desmayo, que la dejó sin ningún recuerdo de lo sucedido.

No otra vez.

No quería que eso le volviera a pasar, así que si lograba calmarse, no caería inconsciente de nuevo, ni quedaría a merced y piedad de él.

¿Cómo he podido?..
Dejé que me atrapara...

La impotencia no era una emoción a la que ella le diera la bienvenida. Se sintió restringida, y sin un escape de ese hombre. Si seguía asi, las cosas no iban a terminar bien para ella.
Calmarse y pensar en un nuevo plan, era la opción más realista para Tatiana.

Cerro los ojos y permitió a su cuerpo adaptarse a la situación.
No iba a morir, pero tal vez algo peor podría sucederle.
A la hora de luchar por su vida, necesitaba tener la mente más fría posible y calcular cada movimiento. Cometió el error de caer en su trampa. El la tenía ahora, aunque aún ella conservaba una oportunidad de salir.
Aún estaba viva.

Percibió el momento en que ella pudo ralentizar su respiración, y los músculos se relajan y acomodan contra el. Como si quisieran encajar en su jaula, y cada espacio o recoveco restante en su cuerpo, quisiera ser cubierto por el de Tatiana.
Tal como las piezas de un rompecabezas encajan a la perfección.

El aroma de su cuerpo es como un calmante natural para sus nervios, consolando y relajando la mente.
El dolor que le partía en dos la cabeza disminuye hasta desaparecer por completo, siendo reemplazado por calma.

Acorralada por el Lobo#1 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora