Bon

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Es un día nublado, la brisa fría amenaza con lluvia, y la tenue luz es suficiente para avisar a todos que lo mejor es quedarse en casa. Las calles por lo tanto están casi vacías, las personas podían contarse con los dedos de una sola mano...

-Cuatro...

Dijo un chico con cabello azul desde un tejado. Estaba sentado ahí con una mirada apagada, tenía una guitarra acústica a un lado, y se encontraba encorvado ligeramente para poder alcanzar a ver mejor las calles mientras señalaba con su dedo contando a los transeúntes.

-... Cuatro... -Miró su mano y su mirada decayó más aún- ... Las personas en la calle a punto de llover tienen un número mayor al que yo tuve en matemáticas... Uf...

El chico se dejó caer de espaldas en el tejado de nuevo. Le había ido fatal en la entrega de notas de sus clases, y su graduación estaba comprometida por ello. Resopló mirando las nubes un rato.

-... Maldita sea... Ese profesor realmente me odia...

Estaba demasiado amargado, intentaba distraerse un poco mirando las nubes para encontrar alguna forma o figura, pero el cielo estaba tan cubierto de éstas que ni siquiera lograba distinguirlas entre todas ellas. Fué entonces cuando se sentó de nuevo y tomó su guitarra. Lentamente la puso en posición y comenzó a tocar. No estaba tocando una canción específica, y tampoco estaba intentando lograr nada, él simplemente estaba haciendo acordes y tocando con los ojos cerrados.

La música era lenta, tranquila. El chico tarareaba algo que pudiese acompañar lo que estaba tocando y no sonaba nada mal. Una melodía inspirada en su amargura y en el clima tan gris como su propio humor. Eran sólo él y su guitarra, alejados completamente del mundo y centrándose en construir juntos una melodía relajante... O almenos así era al principio. De pronto el chico escuchó un suspiro desde detrás de él y abrió los ojos de inmediato, volteando y topandose con una chica rubia y de su edad, que estaba sonriendo con los ojos cerrados.

-¿¡Q...!? -El chico dió un pequeño salto del susto- ¿¡Joy!?

-Hola Bon. -Joy abrió los ojos.

-¿Cuánto tiempo llevas allí?

-Más o menos un minuto. Perdón por espiar, escuché tu guitarra y vine a verte.

-Ah... -Bon volteó a ver la guitarra.- Olvidaba que mi guitarra se escucha desde tu habitación...

-Y cuando tu guitarra suena, es porque estás triste. -Joy ladeó la cabeza.- Por eso vine, pero me quedé hipnotizada con lo que estabas tocando.

-...

Bon miró hacia abajo.

-Ah-Ah-Ahhhh... -Joy le sujetó el mentón y lo hizo mirarla a los ojos.- ¿Que pasa, Bon?

-Nada...

-Dime... -Joy le apretó las mejillas con la misma mano con la que le sujetó el mentón, resultando en que Bon ahora se viese como un niño.- Si no me dices, no volveré a preguntarte nada.

-Hmmfff... -Bon no podía hablar claramente mientras Joy lo tenía así, por lo que la tomó de la mano y se soltó con suavidad.- Entrega de calificaciones...

-Ohhh, cierto... -La sonrisa de Joy se borró.

-Si... Seguro que a ti te fué bastante bien...

-Pues... 

Joy ladeó de nuevo la cabeza y pensó en cómo sus notas eran casi perfectas. También recordó lo orgullosos que estaban sus padres y que de hecho habían planeado celebrarlo comiendo Pizza.

-... Pero... ¿Como te fué a ti? -Preguntó Joy sin entrar en detalles sobre sí misma.

-Pff... -Bon desvió la mirada.- ... Un Dos en matemáticas...

FNAFHS Before the Show: PreludeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora