Mi hija, Mis padres

417 30 0
                                    

– ENGFA, ENGFA ¿EN DONDE MIERDA ESTABAS? LLEVO HORAS ESPERANDOTE – Faye miró a Charlotte — ¿Y ESTA QUIÉN ES?

— Yo soy C..

— FAYE ¿CUANTAS VECES TENGO QUE REPETIRTE QUE NO ENTRES ASI A MI DEPARTAMENTO? LA LLAVE QUE TE DI ES SOLO PARA EMERGENCIAS.

— YO SOY TU NOVIA Y ENTRO A ESTA CASA CUANDO QUIERA ¿ME OYES? ADEMÁS ¿QUE SE SUPONE QUE TENGO QUE HACER? ESPERAR HASTA QUE LA SEÑORITA SE DIGNE A APARECER...

Mientras la pareja "no tan pareja" al criterio de Charlotte seguía discutiendo, la morena se acercó hasta el refrigerador, buscó el hielo, lo puso en un trapo que encontró en la mesada y volvió al living.

— QUE NO FAYE QUE NO. AHORA NO QUIERO IR A COMER, ¿NO VES COMO TENGO EL PIE? – la discusión seguía.

— Toma, ponte esto – Interrumpía Charlotte alcanzándole el hielo a la rubia.

— Gracias – Volvió a mirar a la pelirroja – SI TIENES TANTA HAMBRE COMO DICES, TE HUBIERAS QUEDADO TU SOLA COMIENDO, SI YA LO HAS HECHO OTRAS VECES.

— ¿SOLA? TU SABES LA VERGÜENZA QUE PASÉ CUANDO TODO EL MUNDO VIO QUE ME HABIAN DEJADO PLANTADA. YO SOY UNA MODELO RECONOCIDA ENGFA, A MI NADIE ME DEJA PLANTADA.

Calladita y sin más nada que hacer, Charlotte aprovecho el momento y se fue lentamente hacia la puerta. Tomó la manija y volteo a ver a la rubia – Adiós Engfa – dijo muy pero muy bajito de manera que nadie la oyera sin detenerse ni siquiera a pensar porque le costaba tanto dejar de mirar a la fotógrafa.

— PUES POR MI PUEDES SER LA MISMISIMA TYRA BANKS QUE NO VOY A IR A ALMORZAR CONTIGO HASTA QUE NO ENTIENDAS QUE NO PUEDO CAMINAR. NI SIQUIERA TE HAS PREOCUPADO POR VER COMO ESTABA, SOLO ES TU, TU Y TU. SI NO FUERA POR ELLA... — levantó la cabeza buscando a la chica que la había traído, pero nada – Se fue... otra vez se fue.

— ¿Quién se fue? – preguntaba Faye que no estaba para nada prestándole atención a su novia, sino que en cambio se había puesto a juguetear con su celular.

— Ella, la morena – Engfa recorría todo su apartamento con la mirada esperando que por arte de magia Charlotte apareciera.

— Bueno, si... este... Eng— La modelo cambiaba la conversación — Me acaban de escribir las chicas ¿Quieres salir a bailar esta noche?

— ¿A bailar? ¿De que estas hablando Faye? – le costaba volver a la conversación ya que su cabeza seguía puesta en la deportista.

— ¿Si quieres salir a bailar esta noche? – volvía a preguntar

Ay dios mío, dios mío pensaba Engfa. – No Faye, no quiero salir a bailar. Me voy a tomar la tarde libre debido a que no creo poder moverme mucho y mañana tengo que trabajar bien temprano. Además, hoy quiero hablar con mi hija.

— Bueno, pero ¿no te molesta si yo si salgo cierto? — preguntaba la pelirroja aunque parecía que lo iba a hacer de todas maneras.

— No Faye, no me molesta puedes salir tranquila.

— OK amor, entonces nos vemos luego ¿sí? – le dio un corto beso y se fue como entró. Rápido.

— Pfffff – suspiro la rubia— ¿Qué estás haciendo con tu vida Engfa? ¿Qué estás haciendo? – se decía a si misma mientras agarraba el hielo y se lo volvía a poner en el pie.

Mientras el hielo curaba la inflamación de Engfa, cerca de allí se podía ver por las calles de New York una morena que juraba y perjuraba que nunca más iba a regresar por estos lados de la ciudad.

Mismo día en un bar de la ciudad de noche.

— Oye me sirves una cerveza aquí para la señorita y una coca Light para mí –pedía Charlotte al barman.

Cuando, Donde y Como el Amor Quiera ❧ EnglotDonde viven las historias. Descúbrelo ahora