Capítulo 1

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—Señor, hemos llegado a Alemania.  -Indico aquel hombre de traje negro al lado del joven pelinegro.-

-Removio su copa, alzó la mirada hacia el rostro del hombre, sin mostrar una sola emoción- Perfecto, espero tengas todo listo.

-Asistio-  —Su hermano lo está esperando en la mansión, está todo listo, en el aeropuerto ya lo está esperando un chofer que lo llevará a casa.

El avión no tardo en aterrizar, había sido un vuelo completamente tranquilo aunque algo largo, viajar de Hawaii hacia Alemania era agotador, demasiado agotador. La azafata abrió la puerta del avión, fuera había una lluvia fuerte, su asistente rápidamente fue a tomar un paraguas, pero Thom ya se había adelantado, la lluvia no le molestaba, solo era agua.

—Señor, su paraguas... -Abrio rápidamente este y salió detrás de él intentando alcanzarlo-

—Ten cuidado, las escaleras están mojadas. -Bajo el último escalón y entró inmediatamente a la camioneta negra con vidrios blindados.-

El hombre se apresuró a llegar al auto, cerro rápidamente el paraguas y entró, sentándose en los asientos de atrás al lado de su jefe.

—¿Como te encuentras Richard?. -Pregunto al chofer en voz alta y en un tono más relajado-

El joven se limito a voltear por respeto, era extraño que alguien le preguntara algo respecto a el, estaba acostumbrado a los regaños por un simple error.

—Estoy bien, señor. -Arranco el auto-

El sonido del parabrisas haciendo a un lado las gotas que golpeaban el vidrio era lo único que se escuchaba dentro del auto. Thom se había quedado en rotundo silencio después de que el hombre le contestara a su pregunta, había notado la expresión de sorpresa de este, y no entendía el por qué a su comportamiento.

Todo el camino fue así, solo silencio, nada de ruido,  el camino no fue tan largo, el rubio había manejado demasiado rápido que los minutos dentro del auto habían pasado volando. Porfin habían llegado a la residencial, la mas exclusiva de aquella ciudad... "Residencial los pinos".

El auto se detuvo justo frente a la enorme reja negra que daba paso hacia aquella enrome casa blanca. Dos hombres entre la lluvia corrieron por el corto pasto mojado  hasta la reja la cual abrieron rápidamente, nuevamente el auto arrancó y giro pasando por aquel camino  que llevaba hasta la entrada de la mansión.

El auto se detuvo justo frente a las escaleras que llevaban a la puerta. Thom abrió la puerta rápidamente y salió del auto caminando rápido, subió aquellas escaleras hasta llegar a la puerta. Richard estaba apunto de abrirle la puerta, pero Thom  lo miro y este se apartó.

—Lo haré yo, tú ve a cambiarte de ropa, podrías enfermarte, yo visitaré a mí hermano.

Entro a la casa después de darle aquella indicación al hombre. Richard se retiro en silencio con el paragua empapado. El pelinegro miro detenidamente cada detalle de la casa, su caminar ahora era lento, habían cosas nuevas y costosas, cosas que llamo la atención de aquel hombre.

Siguió su camino hasta llegar a al despacho de su hermano, fuera de este se encontraba un par de hombres custodiando la entrada, miro de reojo a aquellos que poseían armas además de ropa negra y algo rara. Aquellos hombres al mirarlo bajaron la cabeza y abrieron la puerta.

—Mi señor, por favor pase. Su hermano lo está esperando dentro.  -Dijo uno de los hombres que custodiaba la puerta.-

—Gracias a ambos, vallan a descansar es tarde.

Ambos hombres intercambiaron miradas e volvieron a su postura inicial.

—Pero señor, son ordenes de el señor Weissberg.

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