Yo y mi esposo - Soukoku

➵Amor en primavera.

"El único que quiero abrazar, amar y querer eres tú."

Yo, Chuuya Nakahara estoy comprometido con un idiota: Dazai Osamu.

Llevamos 3 años de relación y el decidio dar el primer pasó ante éso, fue algo inesperado pero lindo. Aunque es un imbécil de primera, un estúpido y de más sigue siendo mi pareja, mi prometido, mi futuro esposo y el amor de mi vida.

El tiempo vuela rápido, los minutos pasan rapidos, las horas vuelan y los días siguen sin detenerse, el amor es algo que no lograba comprender pero con el.. Todo es fácil. Amar es algo realmente lindo pero a la vez doloroso, sentir como quieres estar siempre con esa persona no es tan agradable para ser sincero y llegué a pensar que yo no serviría para eso, que sería algo inútil declararse o mantener una relación con alguien, hasta el.

Solo quiero estar a su lado hasta mi último minuto de vida. Pero quiero estar con el, no quiero tener ni un minuto más de mi vida sin ti a mi lado, eres alguien que llena el vacío de mi corazón como nunca sentí con alguien, eres el único que amo y quiero más que a nadie en este mundo, quiero ser tu pareja esta y la próxima vida, tenerte a mi lado cada segundo ya no suena mal como antes.

Tener una relación es lo que soñe alguna vez, lo que sentí que pasaría aunque pensaba que mis sentimientos serían rechazados, que no era lo suficiente para tí pero me di cuenta que no era así. Amarte es una total equivocación pero realmente me alegra amarte, te amaré cada día aumentando cuando cada petalo de flor caiga, Dazai.. ¿Tu me amarás?

─¡Dazai! -Mi voz sonaba nerviosa como nunca antes me había pasado.

─Quiero decirte algo, ahora. -Trague saliva y puse ver al castaño caminando hasta estar al frente mío y lo suficiente para poder hacer que mi corazón se detenga. Las palabras no salían, había pensando en cada palabra detalladamente pero ahora no logre nada, no podía.

─¿Que pasó, chibi? ¿Acaso ya no tienes lengua? -Una risa burlona resonó por unos largos segundos en este lugar, todo se sentía muy pesado e incómodo si me ponía a pensar.

─Uhg, idiota. -Fue lo único que se me había ocurrido, quería declararme no decirle un insulto pero los nervios habían aumentado demasiado como para pensar con razonamiento.

─¡Que malo eres! Esa no es manera de tratar a tu amo.

Quería darle un golpe más me contuve, si le daba ese golpe serían las cosas más difícil, ya estaba dandose un cambio del ambiente y si seguía así no podría lograr declararme. En este momento me veía demasiado estúpido.

─¡Callate! ¡Es algo importante, idiota!

─Uhh.. ¿Que cosas es? ¿Acaso ya aceptas que eres mi perro?

─Vete a la mierda.

─¡Que malo que eres Chūya!

Suspire pesadamente, tal vez no era el momento preciso para declararme, tal vez es un muy mal momento, tal vez tenga que declararme cuando estemos tranquilos y sin hacer bromas, espera.. ¿Entonces nunca me declararía?