La puerta se cerró tras sus espaldas, impidiendo ver más de lo que ocurría en la oficina y ahora dejándola con aquella mujer rubia que la alejó de aquel sitio hasta llegar al pasillo que daba a la desolada recepción.
— Tienes suerte que no te haya visto, es un dolor de cabeza cuando se entera que alguien irrumpe sin permiso. No te recomiendo entrar ahora... — Sin disimulo, miró la placa en su pecho con su nombre impreso.— Hanji.
— ¿Estará bien?
Genuinamente preocupada, miró al último pasillo que daba a la oficina.
— ¿Quién? ¿Ese sujeto? — Soltó con incredulidad, tras verla asentir.— No me digas que sientes pena por él, ¿acaso eres nueva aquí? nunca te había visto.
— Algo así, de momento trabajo para Kenny.
— Así que eres una de las nuevas secretarias de las que tanto hablan.
Se detuvo a verla, justamente aquella mañana había oído a otra de sus amigas hablar sobre las nuevas secretarias de presidencia. No precisamente cosas buenas de ninguna, sólo descripciones físicas y despectivas de ambas.
— Escucha, Hanji. Las cosas aquí son mucho más complicadas de lo que piensas, especialmente para empleadas como nosotras. Ellos nacieron en cuna de oro y tienen a todos comiendo de su mano, mientras tanto nosotras debemos soportar sus gritos y trabajar duro para poder tragar algo de pan al final del día. ¿Creés que es justo?
Con evidente rencor, frunció el ceño y sostuvo con su mano derecha su vientre para luego verla de reojo.
— Estoy cansada, precisamente cansada de él.
— ¿Es tan... malo? — Dijo casi en un hilo de voz dudoso e intrigado.
— ¿Malo?
Nanaba bufó con ironía.
— Es el mismísimo diablo encarnado con metro y medio. Llevo más de un año aquí, pero desde que me transfirieron con él nunca odie tanto a alguien, y creo que es mutuo... — Tras contener el aire en sus pulmones con coraje, suspiró.— ya no soportaré más esto.
Curiosamente, compartían el mismo propósito de dejar la empresa y por la misma persona. ¿Podía Levi haberse vuelto tan mala persona como para que aquella mujer lo odiase tanto?
— Supongo que irás con Pixis. — Dijo la castaña.
— Iré con Kenny, él me asignó a su sobrino así que sólo él puede aceptar mi renuncia. Podemos ir juntas, yo le explicaré las razones por la que él no se presentó a la junta a tiempo.
El retorno a la sala de juntas fue rápido, en cuestión de segundos se encontraban frente a aquella puerta donde podían distinguir las voces de varias personas hablando de forma amena en su interior.
Nanaba tocó la puerta y casi al instante Hitch las recibió con rastros de desesperación en su rostro.
— ¿Dónde han estado? ¿y Levi? — Susurró a Hanji, viendo con discreción a las personas a sus espaldas.
La mesa estaba casi llena, la mayoría por personas cuyo rostro no recordaba haber visto antes. Todas se veían de cierta forma cómodos y agradables, a excepción de una mujer rubia que ocupaba el puesto a la mano derecha del puesto vacío que ocuparía Kenny.
— ¿Quién es ella? — Preguntó Hanji a Nanaba.
— Oh...
A pesar de su porte firme, notó que su frente se arrugó levemente al toparse con la presencia de la otra rubia.
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Promesas
FanficLevi Ackerman es un hombre empresario que padece del síndrome de asperger (TEA), con un puesto importante en la empresa familiar y dotado con gran inteligencia. Sin embargo, es considerado como alguien avaro e inhumano por su forma de comunicarse; H...