Cansado de esperar, demasiado preocupado, y removiéndome en mi asiento porque mi trasero se entumeció, miré el antebrazo que había cruzado sobre mi pecho. Tinta finalmente cicatrizada me devolvía la mirada, sorprendiéndome de nuevo porque tenía un tatuaje real.
Tracé asombrado el emblema de Campeones Nacionales, mientras Jimin me codeaba desde su asiento a mi derecha.
—Sigo pensando que estás loco por hacerte ese tatuaje.
—Solo seguí la tradición. Todos ustedes se hicieron sus tatuajes la noche antes del gran partido el año pasado, me sentí obligado a hacerlo.
—Sí, y si hubiéramos seguido la tradición, habríamos perdido al día siguiente.
—Pero no lo hicimos. —Ganamos el título de campeón nacional, y el Director Gong mantuvo silencio sobre la relación de Namjoon y SeMi.
Jimin resopló. —Sí, por suerte.
Me encogí de hombros. —Teníamos una razón para ganar este año.
—Teníamos una razón para ganar el año pasado también, pero no pudimos sacar la cabeza de nuestros traseros.
—Hubo una mejor razón esta vez.
—Sí, pero Nam y SeMi no tenían por qué ser amenazados en convertirse en un escándalo nacional en primer lugar. Eso es seguro. ¿Y qué pasa con estas malditas sillas? ¿La gente de este hospital pretenden que tu culo se muera al estar sentado en ellas?
Sonreí. —No tenías que quedarte a esperar conmigo.
Jimin apartó la mirada y murmuró algo entre dientes. Golpeé mi rodilla con la suya como mi manera de agradecerle por estar aquí de todos modos. Era la víspera del año nuevo lunar y todos los demás en nuestro grupo estaban en casa con sus familias en este momento, celebrando el Seollal.
Sin embargo, me encontraba aquí sentado, porque esta fue la fecha que Eunbi eligió de un puñado de opciones para recibir su nuevo riñón.
La preocupación me atravesó de nuevo. Habían estado en cirugía por más de dos horas. ¿Cuánto tiempo más necesitaban para que la parte de todo el calvario de Jiwon terminara?
—¿Crees que todo irá bien? —le pregunté en voz baja mientras miraba a través de la habitación hasta donde el señor Hwang y su esposa, la madre de Eunbi, estaban sentados, esperando noticias de ella.
—¿Cuatro ojos? —preguntó Jimin con un bufido— Diablos, sí, estará bien. Dios no permitiría que algo malo le suceda a uno de sus ángeles.
Lo miré con sorpresa, porque lo que dijo no sonó como algo que diría él, nunca. Pero entonces vi el destello de ansiedad en sus ojos, y me di cuenta de que también se hallaba preocupado.
Ellos se volvieron cercanos desde que Jiwon se mudó con nosotros hace cuatro meses. Él siempre encontraba la manera de convencerla de lavar su ropa o hacer su desayuno favorito, y ella no sólo toleraba su boca sucia y cruda, sino que parecía adorarlo y le gustaba mimarlo. Actuaban casi como... hermanos.
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✔ 𝓗𝓸𝓹𝓮𝓵𝓮𝓼𝓼 ||Libro 4 - JUNG HOSEOK||
Fanfiction{Si Jung Hoseok no le hubiese pedido que faltara a clases y le ayudase a escoger un anillo de promesa, tal vez Heo JiWon no se hubiese sentido tan culpable por enamorarse del novio de su mejor amiga. Ella solía pensar que todo era blanco o negro per...