Dios, estoy tan cansada que acabo de terminar un turno de 24 horas en el hospital. Menos mal que es viernes, y tengo las próximas 3 semanas libres debido a lo mucho que me he estado rompiendo el trasero.
Extraño a mis bebés, ahora son las 7:32 de la mañana y estoy de camino a casa con mi familia.
Entro al garaje en silencio, agarrando mi bolso y cerrando la casa. Ha salido el sol, así que decido prepararles el desayuno a pesar de lo cansada que estoy.
Mientras pongo la comida en la mesa, escucho un grito ahogado. Me giro y veo a mi prometido y a mi hija mirándome con los ojos muy abiertos.
"¡Mamá!" Stormi dice corriendo hacia mí
"Hola, bebé". digo levantándola en mis brazos
"Te extrañé." Ella dice haciendo pucheros
"Yo también te extrañé dulces, menos mal que tengo mucho tiempo libre". Le digo haciéndola sonreír dándome un beso en la mejilla antes de colocarla en la silla.
"Bebé." Kylie dice sonriendo suavemente con lágrimas cayendo por sus ojos. "No llores bebé, estoy aquí". digo abrazándola
Ella llora en mi hombro antes de dejarme secar sus lágrimas.
"Cariño, no tenías que cocinar esto. Podría haber cocinado algo". Kylie dice con sus brazos alrededor de mi cuello.
"Quería hacerlo y ustedes dos merecen ser tratados como reinas. Y es casi nada". digo llevándola en un beso apasionado
"Mamá, vamos, tengo hambre". Stormi dice haciendo que nos separemos besándonos los labios.
"Bueno, vamos a poner algo de comida en tus dulces de barriga". Digo llevando a Kylie a su asiento.
Hablamos de cómo les ha ido mientras estoy fuera en el trabajo, hablamos de hacer planes mientras estoy fuera, por supuesto que tengo algunos.
"¿Podemos ir a ver a la abuela?" Stormi pregunta mientras pone los platos en el lavavajillas.
"Deberíamos. Cariño, finalmente puedes conocernos en persona en lugar de cuando estamos en FaceTime". Kylie intenta convencerme.
"Amor, no tenías que intentar convencerme. Podemos irnos cuando estés lista." Le digo sonriéndole
