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- maldito... - Naruto miraba esas celdas llenas de demonios que intentaban romper los barrotes que los contenían – estas maldito Naruto – ese rubio de ojos rojos y sonrisa tétrica le sonreía – pero no eres el pecado original... no... claro que no lo eres – este apoyo su mano en su hombro – tu solo... solo eres un peón de el – este señalo el cielo – el te usa, al igual que la usa a ella, al igual que los usa a todos.

- hay gente muriendo – Naruto miro su mano izquierda que se estaba achicharrando como si le hubiesen tirado agua hirviendo. El dolor que su cuerpo sentía era gigante. Al ver a cada demonio a los ojos identificaba quien era, que había vivido, que estaba sufriendo, que estaba golpeando a ese demonio en particular.

- oh si, que tragedia, personas que no conoces mueren ¡qué horror! – este grito de forma completamente burlona ante un Naruto molesto – acéptalo, no te interesan – el rubio apretó su mandíbula – solo quieres limpiar su nombre.

- somos sa – su alterno lo empujo logrando que este se caiga.

- ¿Qué somos? ¿sacerdotes? ¿de verdad te consideras parte? – este se comenzó a carcajear - ¡abre esos ojos estúpido! Tú no eres nada. Solo eres un recipiente inmenso donde verter la basura de este mundo – al decir aquello los demonios se enfurecieron, estos comenzaron a golpear los barrotes, gritar y incluso lanzar sus poderes a diestra y siniestra - ¡eso es lo que son pedazos de mierdas!

Naruto por su parte, se tuvo que tapar los oídos dado que estaba realmente aturdido. Sin embargo, al ver como su contraparte se carcajeaba y agitaba a los demonios el rubio estiro su mano hasta agarrarlo desde su abrigo – cierra... ¡la boca! – lo golpeo con rudeza tumbándolo - ¿¡qué sabes tú!? ¡ellos no son mierda! – El rubio se lanzó sobre el - ¡todos sufrieron, todos son víctimas de la puta naturaleza! – este comenzó a golpear a su contraparte con furia - ¿¡qué sabes tú que quiero!? ¿¡qué sabes tú que me importa!? ¿¡qué sabes tú!?

Este atrapo los brazos de Naruto y de una patada se lo saco de encima – solo se que eres igual a ellos – aquel rubio de ojos rojos se sonrió feliz de ver su furia – e igual a mí.

Esos brujos bajaron de aquella montaña poniéndose en el medio del fuego cruzado, detrás, en la caverna, Orcus, Karma y Morrigan estaban cubriendo la entrada siendo la pequeña pulpo, Tsutsuji quien mantenía el cuerpo de ese rubio cubierto por sus tentáculos.

Frente a estos brujos, Mory, Matsumoto, Hinata y Shikamaru se acercaban con la intención de golpear a matar.

- sí, esto no está igualado – aquel que tenía una máscara de Oso bromeo divertido con su compañero que, tenía una máscara de Conejo - ¿traemos a un amigo especial?

- ¿ya? – el conejo divertido se observó a su compañero – bueno... no queda de otra – este de entre sus vestiduras saco un jarrón pequeño – bueno espíritu de Dios, este me costó mucho atrapar, de hecho, de no ser porque lo traigo conmigo habitualmente, no hubiese estado preparado para enfrentarme a ti – Hinata dio un paso adelante – te lo advierto – este divertido la señalo – no lo tomes a la ligera... quizás sea modesto, pero este casi mato a un antepasado tuyo – al abrir aquella tapa, un pequeño gusano salió. Hinata frunció su ceño – saluda... al Rey dorado... – este divertido lo toco con su dedo – o como en realidad se llama – este comenzó a crecer y cambiar de forma hasta adoptar su verdadera naturaleza. Una especie de pulpo amarillo que tenía cuerpo de humano similar a Tsutsuji con la clara diferencia que este, no tenía nada de humano. Su cuerpo fue cubierto por un piloto para lluvia – Hastur.

Hinata frunció su ceño al verlo, sabia lo peligroso que era esta entidad, observo a su alrededor notando como la propia Mory apretaba sus facciones - ¿Qué paso cariño? ¿ya temes de es – Las plantas surgieron desde la tierra elevándose con fuerza hacia estos.

Damnatus (NaruHina Fanfic)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora