⛧ Dentro del One-shot, se hará uso de las siguientes palabras claves: Alipori, Badajear, Cerúleo, Dipsomanía y Filis. La definición de cada una de las palabras podrán encontrarlas en la imagen multimedia. Dentro del One-shot, estas palabras estarán en negrita.
⛧ 1000 palabras máximo. Este One-shot contiene 994.
Enjoy. ;)
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—Oh, Chaos, no otra vez...
Tails había llegado a casa de Sonic con la idea de pasar un buen rato con su mejor amigo, sin embargo, tuvo que correr a ayudarlo en cuanto lo encontró sentado sobre el suelo de la sala con varias latas de alcohol a su alrededor.
Aunque no era una novedad, después de todo, el erizo sufría de una terrible dipsomanía.
—Sonic, ¿estás b...?
Tails abrió los ojos de par en par y la temperatura de su rostro aumentó drásticamente en cuanto los labios de Sonic se encontraron con los suyos.
Estos sabían a puro licor, demasiado para el gusto del menor.
Aquel era su primer beso. Siempre pensó que ese momento debía ser algo realmente íntimo y especial, debía darse a su tiempo y únicamente si existían sentimientos de por medio.
No pudo evitar sentirse algo decepcionado, porque aquel beso solo estaba siendo posible producto de que el erizo no se encontraba en sus cinco sentidos, no porque a él le haya nacido... Ni porque tuviera sentimientos hacia él.
De pronto, había caído en cuenta de que lo que hacían estaba terriblemente mal, por lo que decidió colocar una mano sobre el pecho del contrario y alejarlo cuidadosamente hasta que sus labios perdieron contacto.
—S-Sonic...— El rubio jadeó en busca de aire y tratando de eliminar ese horrible sabor en su boca... A pesar de eso, no podía comprender el porqué quería volver a probarlo —Detente.
—¿Por qué?
Sus cerúleos ojos recorrieron nerviosos la habitación, tratando de buscar una salida a la situación. Sin embargo, no fue necesario.
De pronto, Sonic se había quedado dormido sobre el hueco de su cuello.
Esta situación era una completa alipori para Tails. Su primer beso había sido con su mejor amigo, por el cual, guardaba un crush en secreto desde que tiene doce años.
Aunque también, además de la vergüenza, existía una profunda y creciente decepción. Sonic le había prometido no volver a caer en el vicio del alcohol, sin embargo, así fue como lo encontró al entrar en su choza. Por favor, ¡solo lo descuidó unos días!
Pero ahora no había otra cosa más que hacer que llevar a su amigo a la cama, hablaría con él temprano por la mañana.
Sin demorar más, lo cargó sobre su hombro como saco de papas y lo llevó a su habitación mientras Sonic badajeaba incongruencias por estar bajo los efectos del alcohol, pero dejó de renegar una vez estuvo envuelto en las cómodas sábanas de su cama.
