10. Películas

300 40 4
                                    

Hazel King

«Que tú eres la única en este corazón».

¿Qué significa eso?. Me quedo pensando durante días, la casi semana entera.

La plática que tuvimos nos unió más, o más bien Drystan fue como un pegamento tan bueno que no se separa de mí. Al contrario hace de todo lo posible para llevarme a la cafetería para que almuerce todos los días, vigila que me coma toda la ensalada, ensalada que no me agrada del todo.

Drys se come tan contento aquello, ha mencionado que mañana por la tarde llega su manager. Eso solo quiere decir una sola cosa, volverá a su trabajo de modelo.

La semana se fue muy rápido, por fin puedo decir que es viernes hoy inicia fin de semana porque es un día de los más tranquilos que le da la bienvenida al fin de semana de descanso.

Caminamos todos juntos para ir a la clase extra, no me hace ilusión asistir pero bueno. Agradezco que solo falta esta clase para poder irme a mi casa y disfrutar de un buen libro mientras alguna música se reproduce en mi teléfono.

Conseguimos asientos libres, Peyton y Chelsea se sientan juntas detrás de mí a la par por lo que Drystan se sienta a lado mío.

—Solo espero que el tiempo se vaya volando —se acomoda—. Tengo sueño.

Apoya su rostro de lado en la mesita. Su cabello tapa todo su rostro.

Los rulos que lleva se ven tan sedosos y suaves, pasa su mano al frente, me permito apreciar el tatuaje que lleva en el dorso de la mano.

—¿Piensas hacerte más tatuajes? —levanta la vista reflejando todo ese color verde claro.

—Si, solo que por el momento estoy en pausa aunque ya he pensado en algunos —me presta atención—. ¿Y tú?

—Tengo suficiente con estos dos, por el momento.

Primero que nada estoy asimilando la tinta en mi piel, las letras y todo lo que conlleva.

—¿Tienen algún significado para ti?

—A veces quisiera decir que no, sería mentira tienen un significado que a la vez es aliviador y otras veces lo siento como un dolor —quise darles ese significado que los tenía por algo.

No estoy preparada para contarle que expresan para mí, algún día que esté más libre, que esté sanando probablemente habrá la boca y le diga, narre cada detalle de ello.

—Entonces estaré esperando el momento adecuado cuando decidas contarme —no necesite decirle nada, sabe que no le diría nada por el momento—. Sé que es difícil para ti, lo entiendo y no quiero presionarte.

Le sonrió en agradecimiento, por comprender que estoy tratando de luchar contra esa oscuridad, con las pesadillas que me atormentan día y noche.

—¡Hey!, ¡hey! —nos mira Chel a los dos—. Pongan atención los dos.

Dejamos aún lado lo demás.

—Se me ocurrió la grandiosa idea de cómo es viernes podemos hacer algo más tarde como ver algunas películas en mi casa —sugiere feliz—. Así conocemos mejor a Peyton —mira a la mencionada—. No nos hará mal pasar un rato todos juntos.

Yo también quiero mi final feliz Donde viven las historias. Descúbrelo ahora