LA PUREZA DE SU MIRADA

10- DULCE

Me acerco, ella no mueve un músculo, al percatarse de lo que quiero hacer cierra los ojos y sonrió al ver su gesto.

Al entrar en contacto con sus labios, la suavidad me atrapa, no los mueve como si...

¿No sabe besar?

Esfuérzate para que su primera experiencia sea la mejor, ella no es como las mujeres que te rodean Piero. Me digo mentalmente.

El ser yo él primero en probar sus labios, en mancillarlos con tan pecaminoso pensamiento que me llega con tan solo probarlos me infla el pecho. Me adentro, profundizando el beso, mis manos viajan a su nunca entretanto la otra reposa en su mejilla, trata de imitar mis movimientos, sus manos llegan a mi pecho.

No, no quiero dejar de probar tan dulces labios, tan atrapantes con esa inocencia e inexperiencia.

Me separa un poco con sus manos, siendo testigo de lo errática de su respira.

—¿P-por que hizo eso? — sus ojos viajan a mis labios, los de ellas un poco hinchados por los míos.

—¿No te gustó? Si es así no lo vuelvo hacer —. Que mentira más grande, donde lo que más quiero es volver a besarla.

—No, es eso, solo que...

Con dos dedos en su mentón la hago que me vea, dejo un beso tan sutil, tierno como nunca en mi vida lo había hecho.

—Me gustas Celeste, me gusto probar tus labios. No sé qué me has hecho pero lo único que quiero es esto —. Toco sus labios, su sonrojo se extendió a toda su cara.

—E-es que yo, no soy como sus amigas, mucho menos como su secretaria, Piero... — la silencie con un nuevo pico donde sonrió inocente en mis labios.

—Claro que no, nunca te compares con otras, por eso me gusta — tengo que medir mis palabras, suelo ser muy claridoso, director, pero con ella debo tener más tacto al expresarme — Celeste, no te voy a mentir, me gustas y mucho, el amor si se da surgirá con los días, el tiempo solo lo dirá —. Su mirada entristeció y jugo con su vestido — aun no te quiero, pero, el estar contigo me llena de paz, y ahora que probé el dulce de tus labios, no pienso dejarte ni separarme de ti.

—No soy tonta, sé que no tengo experiencia en estos temas, pero no quiero que cuando se le pase el gusto me deje de lado como si nada — se sincera.

—No te puedo asegurar que esto que hoy empezó dure mucho tiempo, sólo quiero que dure lo que tenga que durar, que estés bien, te sientas cómoda. Qué tal si lo intentamos sin pensar un en cuanto durará ¿Sí?

—Si, pero seguirá haciendo — dudo si continuar — lo que hacía en su oficina — mi padre hizo un buen trabajo con ella, en que cobrara un poco de seguridad.

—No, ni tu aceptaras invitaciones de otro hombre ¿eh?

Su sonrisa tan tierna que me a trapa cada vez más, igual que sus magnéticos labios, envolviéndome en su dulce néctar.

Pensar en una relación, es muy pronto, pero cuando estoy con alguien que me interesa más que pasar una noche con ella, entro a jugar el papel de la fidelidad.

Siempre he pensado que la base de una amistad o relación es la sinceridad, honestidad y ser fiel.

Me encuentro idiotizado escuchándola leer para mí, como narra la historia y el gesto de su cara y sus manos con cada escena es entretenido. Entretanto acaricio su cabello, notando como se sonroja al apartar sus ojos del libro.

Miento si digo que había estado de esta forma con una mujer, sin querer ir al punto para luego marcharme, llegar a casa y ducharme hasta quitar el perfume de mi cuerpo, pero el aroma a flores de Celeste para nada me resulta repugnante.

—¿Qué piensas? — su pregunta me afianzó al momento con ella.

—Nada — se enderezó — solo que esto es nuevo para mí.

—Para mí igual — Esquivó mi mirada — creo que te distes cuenta, hace un rato en el beso, nunca, a mí nunca me habían besado.

Eso es lo que más me gusta y atrae de ella, su franqueza a la hora de expresarse.

—Fui tu primer beso y espero que sea el único hombre que te bese.

¿¡Por qué dije eso, sin siquiera pensarlo!?

Soy de pensar las cosas antes de argumentar, pero Celeste a puesto mi mundo de cabeza, la espontaneidad es parte de mi vida ahora.

Desdé que empecé a verla más que como la responsable de la ruptura del matrimonio de mis padres y, como esa que se quería aprovechar de él.

Ahora veo las cosas del color que en realidad son y con objetividad, comprendo el cariño que papá y ella se tenían.

—Yo también espero que seas el único.

Robe sus labios una vez más y, cada vez se ve más suelta e intenta llevarme el paso, llevando de la mano esa timidez que la caracteriza y la hace tan ella, tan única.

La tentación en hablar con ella sobre lo que había sucedido la noche anterior me carcomía, y no suelo callar lo que pienso, pero con ella, es como caminar sobre vidrios para no salir herido.

Solo quiero que ella está segura de que pueda confiar en mí, ya que mi anterior proceder dejaba mucho que desear sobre mi persona.

—Mi querubín — emboza una sonrisa dejándome claro que tengo toda su atención — quisiera disculparme por cómo te ofendí — Negó interrumpiéndome.

—Es pasado y allí debe permanecer ¿Sí?

Es una de las tantas cualidades que ella posee, me deja sin palabras, la facilidad de perdonar, de no guardar rencor alguno en su puro corazón.

¿Por qué no hay más personas como ella?

No sería mundo y yo no tendría trabajo, del mal actuar consiste mi trabajo para defender al inocente.

—Ok gracias, — dudo si seguir o mejor callar — Celeste sabes que cuentas conmigo para lo que necesites – sus manos abandonaron las mías, las asegure nuevamente, su mirada recayó a sus pies y su sonrisa se esfumo – lo que quiero decir, es que estaré para ti siempre. Mi ángel, hermoso querubín prométeme que sea lo que sea me buscarás, si estas feliz, triste o por la simple razón de no querer estar sola, prométemelo. ¿Celeste?

Nunca dude tanto para completar una oración. Ni cuando estoy frente a todos esos criminales, que he llevado a petición Asegurándome que sean sentenciados como la ley lo dictamina y cumplan su sentencia.

—Lo prometo...

Su mirada me tiene cautivo, sus labios me han hecho adicto en tan poco tiempo.

¿Qué clase de droga eres Celeste Baker?

Sin muchas ganas, y al ver que las horas pasan con gran velocidad, me despedí dejando un último beso en su frente.

En tampoco mi vida ha cambiado, solo espero no lastimarla y por supuesto no salirlo yo.

¿¡Quien lo puede asegurar, darnos la plena seguridad que los dos saldremos ilesos!?

            HOLA HERMOSAS, ESTO SE ESTÁ PONIENDO INTERESANTE.

                      ¿SERÁ QUE SE LE PASARÁ EL GUSTO A PIERO?

            ¿SALDRÁ LASTIMANDO A SU QUERUBÍN EN EL PROCESO?

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