Amor desde niños

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DESAPARECIDOS

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Narradora Omnipresente

Ambos reyes se encontraban en la comodidad de su habitacion hablando respecto a sus pequeños.

—Elaine que sucedió con Lance y Kili?

—Volvieron a casa, Kilia venia llorando parece que se peleo con Lancelot, y Lancelot se metió a dormir sin decir nada.

—Ya veo, cuando regresamos de Liones ambos pueden leer los corazones desde entonces, Lancelot que tuvo esa herida en su frente y Kilia no supo como ayudarlo por el  miedo.

—La herida fue solo el gatillo para despertar su poder, Kilia sintió la desesperación, miedo, dolor de ver a su hermano herido y su amigo con miedo -abrazo a su esposo por la espalda- son mis hijos estaban destinados a tener ese poder de todas formar, sobre todo Kilia, lo que me preocupa es que leer los corazones puede traer una gran carga de estrés mental. 

—Kilia me preocupa ella es tan dulce y frágil.

—No debes preocuparte tanto despues de todo es tu hija, además Lancelot no solo cambio por eso, el cambio puede haber venido de ti?

—¿D-De mi?

—Cuando llegamos a Liones, él percibió por primera vez, cuan respetado por la gente era su padre como caballero, para Kilia reforzo que eres su heroe, ambos deben de sentirse orgullos de ti, ambos quieren ser caballeros tan grandes como tú, quieren que los reconozcas. -Ban suspiro y se levanto de su lugar para ir a la habitación de Lancelot.

—Que niño tan difícil de entender -vio a su pequeño con la boca abierta, se sentó a la orilla de la cama- a quien te pareces  eh -lo cubrió con la manta- no necesitas apresurarte para convertirte en adulto, sigue un poco de ese tamaño. -sonrió con cariño hacia su hijo, siguió a la otra habitación donde su pequeña estaba en la cama cual estrella, la manta en el suelo también un oso de peluche- eres más loca que tu hermano -levanto las cosas- tú no te atrevas a crecer, te prohíbo que lo hagas, ambos quieren ser caballero eh?, quien lo diría -arropo a su hija y le entrego el oso que fue recibido en sueño- ambos son mi mayor orgullo, no se que haría si algo les pasa -dejando un beso en su cabeza se marcho a descansar. 

En medio de la noche el pequeño Lancelot se despertó, algo curioso de lo que sintió, iba a ir a investigar solo pero se detuvo, se acerco a la habitación de su hermana.

—Kili -la movió de a poco- Kili, Kilia despierta.

—Mm? -abrió de apoco sus ojos- ¿Lance que sucede?

—Primero quiero pedirte perdón por lo que dije -ella estirándose asintio. 

—Esta bien Lance, pero porque me despiertas aun no sale el sol.

—Ya se pero sentí algo extraño, me acompañas?

—Sabes que si hermano -ella tomo un arco y flecha- ahora si vámonos

ambos salieron a escondidas siendo Kilia quien tomo a Lancelot para que pudieran salir por una ventana volando.

Mientras tanto Ban estaba soñando con sus familiares fallecidos, su primer sueño fue de él cuando entro a una casa a robar para poder impresionar a su padre Zhivago de al haber entrado lo golpearon, seguido de eso soñó con su hermana menor Kilia cuando ella lo seguía a todos lados sin importar el peligro, se despertó asustado de esos sueños.

—Porque estoy teniendo estos viejos sueños -Elaine se despertó al notar la preocupación de su esposo.

—¿Qué sucede Ban?

—Lancelot, Kilia donde están? -se  levantó hacia la habitación de sus hijos- ¡LANCELOT! -estaba vacío- ¡KILIA! -ambas habitaciones estaban vacías.

—Ban ¡Donde están nuestro hijos! -ambos no perdieron el tiempo se pusieron sus vestimentas para ir a buscar a sus hijos.

Con Lancelot y Kilia, ahora iban acompañados de su maestra Jericho quien los descubrió, en lo que los tres caminaban hacia el lugar donde el humano desapareció comenzó a llover.  

—Maestra crees si consigo resolver este caso solo, mi padre me elogiara? -la mujer se burlo de él.

—No es como si no te guste eso -él se sonrojo.

—¡Maestra! ¡Hermano! Miren -señalo detrás de ellos- la lluvia se divide, ¿Qué será? -se acerco volando.

—Kilia detente -ella se detuvo- ven acércate, puede ser peligroso -ella bajo a tierra para estar al lado de su hermano.

—Parece un tipo de entrada.

—¡Así es! también llovía cuando el mercader desapareció.

—¡Rápido venga! ¡Aquí! -una voz se escuchaba desde esa entrada.

—Tengo un mal presentimiento sobre esto, vamos a hablar con Ban -Jericho estaba por irse.

—Entonces iremos primero -tomo la mano de su hermana- Vamos Kilia

—¡Si vamos! 

—Entiendo sin embargo -Jericho rendida acepto ir con ellos- no sueltes mi mano, Lancelot -miro a Kilia- no sueltes a tu hermano Kilia.

—Si maestra. 

—No tengas miedo Kili, tu hermano mayor esta aquí.

—¡SI!, maestra ten cuidado.

—No se preocupen. -los tres entraron así desapareciendo.

Mientras que al lugar iba a toda velocidad Ban siendo seguido por su esposa, pero al llegar al lugar no había nada, ni un rastro de sus hijos, ni de Jericho.

—LANCELOT, KILIA -miro por todos lado pero no había nada- ¡CARAJO! ¡MIERDA!

—Ban -se acerco a su amado- nuestros hijos.

—Solo espero que estén juntos, si no.

—No, no -ella comenzó a llorar- mis bebés.

—Los recuperaremos Elaine, lo haremos. 

Desde ese día los príncipes y su maestra están perdidos, el rey y la reina siguen de luto buscándolos intensamente, sin tener ningún resultado. 

TRES AÑOS DESPUES

Una chica de 12 años miraba todo a su alrededor con mucha nostalgia.

—No puedo creer que despues de tres años logre salir, bueno todo fue gracias  a usted maestra Rosa -volteo a ver la figura cubierta por una capa- gracias por haberme ayudado.

—No fue nada, ahora vuelve a tu hogar.

—Aún no entiendo porque nunca quiso mostrarme su rostro.

—Es mejor así Princesa.

—Esta bien -miro de nuevo hacia el frente- pero me alegro saber que al menos pude darle un poco de alegría a su corazón.

—Si lo hizo princesa -se acerco a ella para darle un abrazo- no me olvides.

—Claro que no lo haré, usted me cuido todos estos años maestra.

—Y no olvides tu propósito ten mucho cuidado con el Rey Arthur, tu serás de ayuda para los caballeros del apocalipsis.

—Si lo tengo -ambas se separaron- ahora si debo decirle adiós? 

—Si princesa, fue un gusto haber estado contigo estos tres años.

—Bien es hora, adiós maestra Rosa.

—Adiós Princesa Kilia -luego de eso ella desapareció. -

—Benwick mi hogar, mis padres, mi hermano, maestra Jericho, he regresado.