En la vida habrán momentos en los que tendrás que tomar decisiones importantes y dicen que para tomarlas, debes escuchar a tu corazón, pero yo creo que están geográficamente equivocados, porque es en el estómago donde vive esa voz, que por cierto, no se oye, se siente. A veces me imagino que se trata de un duende estomacal con un palo de escoba que cada vez que siente un murmullo interior de valentía, empieza a golpear con su palo. Sin embargo, lo que no me queda claro es que si su golpeteo es para alentarnos o para desanimarnos... Quiero pensar que esas sensaciones (aunque bien incómodas), son señales de que estoy tomando un camino difícil y por ende, el correcto.