Eres mi juego final

CAPÍTULO 34 Te extraño

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Ya en Toronto, Swift trabajaba en que sus hijos vinieran al cierre de la gira, necesitaba con urgencia hablar con su esposo para coordinar todo, se sintió todavía más motivada al mirar el tierno video que Donna le mandó de sus hijos jugando con su padre, a pesar de que no conversaron acerca de que se los iba a llevar, era su papá, también podía tomar ese tipo de decisiones, estaba consciente de que se moría de ganas por llevarlos al campo y que vieran lo que él hacía, sabía que los iba a cuidar bien, aunque ella tuviera muchos miedos, de pronto, una llamada le llegó, era él, tomó el celular con emoción y respondió.

—¡Hola! —

—Tay, te extraño— sonaba destruido.

—Mi amor, me asustas, ¿Está todo bien? —

—Llevé a los niños al estadio— confesó.

—Lo sé, Donna me dijo—

—Te pondrás furiosa—

—¿Por qué dices eso? — preguntó extrañada.

—No te avisé, no acordamos nada, todo fue tan improvisado, los niños lloraban tanto buscándote y no tuve corazón para dejarlos en casa así, nos fuimos todos, casi aplastan a Evie, no durmieron la siesta a su hora, lloraron más, pelearon, Evie mordió a Charles, un desastre— se sentía mal.

—Oh, Trav...—

—No te culpo si te molestas, realmente todo suena mal y está mal—

Ella se sintió terrible por él, los dos son un buen equipo siendo padres, pero entendía que solos, podía ser una tarea bastante complicada, cuidar de dos niños era el doble de trabajo. —No estoy molesta, hiciste lo que creíste que sería bueno para ellos—

—Pero fue un desastre—

—Travie, somos nuevos en esto, no es lo mismo cuidar un niño que no es tuyo a tener tus propios hijos, estamos aprendiendo—

—No quiero darte preocupaciones—

—De todos modos, las voy a tener, así soy yo, olvida eso, solo fue un momento malo, Donna me mandó un video de ustedes jugando, yo pienso que a pesar de eso se divirtieron contigo, y apuesto a que ansiabas tanto llevarlos y por fin pudiste—

—Tienes razón— rio.

—Tengo algo que hará que olvides esa locura—

—¿Qué es? — preguntó curioso. —¿Estás embarazada? — bromeó.

—¡No!, sabes que no— rio. —Estaba pensando, quiero que vengan al cierre de la gira, los niños, tú—

—¿En serio?, ya sabes, ¿Los bebés? —

—Sí, vamos a seguir cuidando de su privacidad, pero tampoco quiero que vivan escondidos, deseo tanto que me vean en el escenario, cuando tome mi descanso no sé cuándo vuelva a hacer una gira, ¿Puedes venir con ellos? —

—¡Claro que sí, Tay!—

—Tendré todo listo para cuando vengan a Vancouver, ya quiero que llegue ese día—

—Apuesto que sí— rio.

—Debo cortar... Amaría seguir hablando contigo, pero ya tengo que guardar silencio, te amo, también te extraño mucho, a mis bebés—

—Te amo Tay, ellos a ti, créeme— rio.

—Te llamo luego, te amo—

—Te amo, adiós—