1.- Una nueva aventura

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En el vasto y mágico mundo de Eldoria, donde las criaturas míticas caminan entre los hombres y la magia es tan común como el aire que se respira, dos amigos de la infancia, Hugo y Julio, se han labrado un nombre como los más valientes y famosos aventureros. Juntos, han enfrentado dragones, salvado reinos y descubierto tesoros perdidos, salvado reinos.

En el corazón de un frondoso y misterioso bosque, encontramos a Julio, un joven aventurero de espíritu valiente y determinado, se adentraba en busca de una hechicera infame. La hechicera había lanzado una maldición sobre Isabel, su prometida, condenándola a una enfermedad que ningún médico había podido curar. Armado solo con su espada, talismanes y su coraje, Julio estaba decidido a enfrentarse a cualquier peligro para salvarla.

Tras días de búsqueda en bosques densos y valles sombríos, Julio finalmente localizó la morada de la hechicera, oculto por encantamientos con el corazón lleno de coraje y la mente enfocada en Isabel, se preparó para el enfrentamiento que podría significar su salvación o su perdición. La hechicera, sorprendida pero no intimidada por la presencia de Julio, lo enfrentó con una mezcla de curiosidad y desdén.

"¿Quién eres tú, joven, que te atreves a entrar en mi dominio?" preguntó la hechicera, sus ojos brillando con una luz maliciosa.

"Soy Julio, y he venido a liberar a mi prometida Isabel de tu maldición. Te ruego que la liberes," respondió Julio, con una mezcla de súplica y desafío en su voz.

La hechicera rió, un sonido que helaba la sangre. "Valiente y tonto. Puedo liberar a tu amada, sí, pero todo hechizo requiere un sacrificio. ¿Estás dispuesto a pagar el precio?"

Con el corazón pesado pero resuelto, Julio asintió. "Haré lo que sea necesario. Solo libérala."

Satisfecha con su respuesta, la hechicera comenzó a recitar un antiguo conjuro. Con palabras que retorcían el aire y distorsionaban la realidad, levantó la maldición de Isabel, liberándola de su sufrimiento. Sin embargo, en ese mismo instante, Julio sintió una fuerza desconocida envolverlo, una magia que penetraba su ser y comenzaba a transformarlo.

"La maldición ha sido levantada de tu amada, pero ahora recae sobre ti. Desde este día, vivirás con la dualidad de ser hombre y mujer, cambiando según las fases de la luna. Así será tu destino, Julio, por desafiar a una hechicera," declaró la hechicera, su voz resonando con finalidad.

Julio, aún procesando lo que paso y sobre la actitud de la hechicera, se encontró incapaz de responder. La hechicera desapareció en el aire, dejándolo solo con su nueva realidad. Aunque Isabel había sido salvada, la vida de Julio había cambiado para siempre. El regreso de Julio a su aldea y a los brazos de Isabel fue un momento de pura alegría y alivio. La noticia de su victoria sobre la hechicera y la recuperación de Isabel se esparció rápidamente, y la comunidad se llenó de un renovado sentido de esperanza. Para celebrar, Isabel preparó un festín en honor a Julio, deseando mostrar su profunda gratitud y amor por él. La alegría era palpable, y el amor entre ellos.

Mientras Isabel se movía por la cocina, Julio la observaba, lleno de amor y alivio por estar de vuelta. "Isabel, no tenías por qué pasar por todo este esfuerzo," dijo Julio, su tono suave, marcado por el afecto. Isabel, volteando con una sonrisa radiante, respondió, "Después de todo lo que has hecho por mí, esto es lo menos que puedo hacer. Quiero que esta noche sea especial, para celebrar no solo mi cura sino tu valentía."

La noche avanzaba, y el festín se convirtió en un hermoso momento compartido, lleno de risas, recuerdos y planes para el futuro. Sin embargo, mientras disfrutaban de su tiempo juntos, una luz plateada comenzaba a filtrarse por las ventanas. La luna llena ascendía en el cielo, ignorante de las complicaciones que traería a la vida de Julio.

Reino de SombrasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora