Una mañana, cuando el sol apenas comenzaba a asomarse, tío Vernon se dispuso a recoger la correspondencia. La casa de los Dursley, impoluta como siempre, lucía tranquila y ordenada. El aire fresco de la mañana se colaba por las rendijas de las ventanas, y aunque la hora era temprana, el silencio en la casa era absoluto, interrumpido solo por los suaves susurros de la brisa que se filtraba a través de las ranuras de las persianas. Todos, excepto el señor del bigote de morsa y la barriga prominente, se encontraban dormidos aún en sus camas.
El tío Vernon, como era habitual, se acomodó en su silla favorita junto a la mesa, y comenzó a hojear la correspondencia, haciendo caso omiso a las cartas que no le interesaban. Le dio poca atención a la mayoría de ellas, concentrándose solo en los remitentes que podrían ser importantes. Al llegar a la última carta, sin embargo, se detuvo. Extrañado, notó que solo se trataba de un sobre en blanco, sin nombre, sin dirección, sin ningún indicio de quién lo había enviado. Abrió el sobre con una mezcla de curiosidad y desconfianza.
Comenzó a leer en voz baja, como si las palabras pudieran tener algún tipo de poder sobre él.
"Queridos señores Dursley, tengo conocimiento de que tratan muy mal a Harry. Ruego que esto cambie; de lo contrario, me veré obligada a enviar este tipo de correspondencia las veces que sean necesarias. Créame, lo sabré."
Firma: G.W.
P.S. Los baños no funcionan.Un estremecimiento recorrió el cuerpo del tío Vernon. Apretó los dientes, y la ira comenzó a hervir en su interior. «¿Quién se atrevía a enviarle semejante carta?» Antes de que pudiera reaccionar completamente, el sobre que tenía en sus manos comenzó a transformarse frente a sus ojos. En un abrir y cerrar de ojos, se convirtió en una esfera perfectamente redonda. En su superficie, brillaban las iniciales "SW", que titilaban con una luz inquietante.
El tío Vernon, cada vez más nervioso, cometió el error fatal de soltar el objeto. En el momento en que la esfera tocó el suelo, explotó en una nube verdosa, que se dispersó rápidamente por la habitación. Un olor tan repulsivo llenó el aire, denso y acre, que hizo que el tío Vernon tropezara y cayera al suelo, cubriéndose la cara con las manos en un intento inútil de protegerse. Las ondas expansivas de la explosión lo empujaron con tal fuerza que el suelo tembló, despertando de inmediato a todos los demás en la casa. La calma que había reinado en el hogar de los Dursley se desvaneció en un segundo, reemplazada por el caos y la confusión patentados por «Sortilegios Weasley».
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Harry Potter y la Orden del Fénix. 2.0
Fanfiction¡Hola! soy un gran fanático del mundo mágico de Rowling y hace mucho empecé a leer historias que los fans hacían en esta plataforma, me emociona la idea de crear algo así. Por supuesto, la base argumental de las historias que haré, serán de las pelí...