Mujeres De Negocios

Capitulo IX

9-Hotel.

Asia Kozolov.

Siento un peso en mi cadera y un inmenso calor, sofocada, me remuevo un poco, rápidamente detengo mis movimientos al sentir algo duro entre mis glúteos.

Confundida me sigo moviendo, cuando de repente me pegan más hacia el calor sofocante y a la dureza.

—Mierda—susurran en mi oído—no te muevas más—refuta medio dormido Nikolai.

Nikolai ¡Joder!

Al escuchar su voz ronca y perezosa, caigo en cuenta de la persona que estaba abrazándome.

—¡Joder!—salgo disparada fuera de la cama.

En ese instante llegan todos los recuerdos del día anterior.

¡Mierda!, Ayer bese a este animal.

Fijo mi mirada en el individuo que se encuentra en mi habitación y acostado en mi linda y acogedora cama.

Mmm, que bueno está.

No se a dado cuenta que salí de la cama, despacio me acerco hacia su lado y empiezo a pasar mis dedos por su rostro varonil, delinio su perfilada nariz y prómulos, al llegar a sus labios carnosos, estos se abren y toman mi dedo chupandolo despacio y seductoramente.

Mis ojos se dirigen hacia él, cuando me doy cuenta que todo este tiempo ha estado despierto observando todas mis acciones, nuestras miradas conectan mientras el sigue jugando con mi dedo dentro de su boca, su lengua se enrolla en este y lo chupa y lame suavemente.

Lentamente saco mi dedo de su boca y acerco mi rostro hacia él del.

—Buenos días—digo para alejarme un poco de allí.

—Buenos días—responde al mismo tiempo que me regala una sonrisa muy pícara.

Con calma se levanta de la cama, dejando al esplendor su bello y tonificado cuerpo, su pelo se encuentra totalmente revuelto, sin decir nada más entra al baño dejándome parada en medio de la habitación babeando por él.

Unos minutos después sale con una toalla envuelta a la cintura, y con el pelo goteando, una gota cae desde su pecho y desaparece dentro de la toalla.

Como quisiera ser esa gota ahora mismo.

—una foto duraría más—sonríe demostrando su bella y perfecta dentadura blanca.

Sin previo aviso se saca la toalla de la cintura quedando completamente desnudo ante mí.

Sonrojada me giro rápidamente dándole la espalda.

—¡Es que eres imbécil!—grito—¿Cómo vas a quitarte la toalla delante de mí?.

—Mm, pensaba que querías apreciarme un poco más de cerca—habla burlándose de mí.

—Eres un total idiota—refuto, para así dirijirme al baño.

Cuando estoy adentro suspiro y toco mi pecho, el cuál se encuentra completamente agitado.

Este idiota

Me quito la ropa y entro a la ducha, agarro mi cepillo de dientes y me cepillo, ya lista salgo del baño envuelta en una toalla, al llegar a mi habitación este ya no se encuentra en ella.

Gracias a Dios.

Tranquila me cambio, después de ponerme mi ropa interior negra de encaje, agarro mi vestido rojo junto con mis botines del mismo color, después peino mi cabello y me realizo una coleta bien alta, me maquillo sencilla.

Bueno, no tan sencilla.

Para culminar con maquillaje me coloco el labal rojo en mis labios carnosos, me rocío de mi perfume favorito Athena, después agarro mi bolso marca Gucci junto con mi gran abrigo, ya lista salgo de mi habitación.

Al entrar a la cocina nada más está Ava.

Al parecer los intrusos se fueron.

—Buenos días—habla Ava con una rodaja de pan dentro de la boca.

—Buenos días—respondo mientras tomo una taza para preparame mi café mañanero.

Cuando termino de desayunar, lavo lo sucio y voy nuevamente a mi habitación para colocarme mi gran perfume.

Por eso es que nunca me dura.

Agarro las llaves de mi auto, hoy el clima no está muy lindo que digamos para ir en moto.

—Ava, me voy—grité desde la puerta.

—De acuerdo,que tengas un buen día—se despide.

Ya lista en mi coche arranco en dirección a la empresa, al llegar todo está normal, parqueo mi coche y subo al elevador.

Al llegar a la sala de juntas entro sin tocar y como siempre todas las miradas están encima de mí.

—Buenos días señores—saludo fríamente, al mirar nuevamente dentro de la sala, ya Nikolai y Alexei están también aquí.

—¿Porqué rayos no me dijiste que ayer en la noche peleaste con Kion Lionel?—pregunta el señor Antón Kozolov muy, pero muy enfurecido.

—porque eso a tí no te importa, lo que yo haga con mi vida es mi problema, no el tuyo—respondo sin más.

—No te pases Asia—refuta entre dientes.

—No me molestes Antón, si no te digo mis problemas, es porque tú solo te lo has buscado—lo miro—además, esto no es momento de hablar de mis problemas, estamos en el trabajo.

—Bien, como todos saben el presidente de Rusia dentro de tres días llegará a España, por ese motivo el día de hoy me dirijiré al hotel donde este se hospedará cuando llegue, como encargada de que todo salga bien, yo misma supervisaré todo en ese hotel, además de que hoy llegan los nuevos empleados que yo misma escogí anteriormente.

—¿A qué hotel llevarán al presidente?—habla el señor Vladimir.

—Obviamente al gran hotel más prestigioso de todo Madrid, al Paradice Hernández, el hotel más grande y lujoso de toda España, fundado por mis antepasados y los antepasados de mi madre.

—Mm, perfecto, pero esta no será solo tu responsabilidad sino también la de Nikolai.

El mencionado se queda mirándome un rato para después regalarme una sonrisa.

—será un placer acompañar a la señorita Kozolov.

Dada terminada la reunión salgo de la oficina para dirijirme a la mía, en ese momento entra también Nikolai.

—¿Cuándo vamos a ir al hotel?.

—Ahora mismo, deja que termine de firmar estos papeles, no podemos demorarnos más, el día no está muy bello que digamos, pronto empezará a llover y no quiero que la lluvia nos coja a mitad del camino, podría ser muy peligroso.

—esta bien, vamos en mi coche—suspira—te espero en el estacionamiento.

—Está bien.

Este se retira dejandome así adelantar los papeles, dejando todo listo tomo mis cosas y voy al estacionamiento, allí está él, recosatado de su Lamborghini negro con el teléfono entre sus grandes manos.

Este se fija en mí y me abre la puerta, ya dentro me coloco el cinturón de seguridad al igual que él, para así dirijirnos hacia nuestro destino.

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