❌RADIO ESTÁTICA❌ (Vox & Radio demon)

Alma Olvidada

Un recuerdo se desbloqueó en la mente del cervatillo, como si de un pasado olvidado se tratase.

Recuerda ese día que se encontraba en el caluroso e infernal lugar, rodeado de severa lluvia, que chocaba con el suelo haciendo contraste con el tétrico silencio que yacia en ese momento.

El sonriente pecador se encontraba cubierto con una oscura capa, tan oscura como la noche en el infierno.
Cubriendo casi todo su rostro, dejando ver solo sus colmilludos dientes y su despampanante mirada, qué mostraba un reflejo escarlata, tan carmesí como la sangre que se propagaba por todo el cálido lugar.

Se encontraba de camino a algún  lugar que le interesase, con la única compañía de un paraguas tan oscuro como su larga capa.

Tarareaba una dulce canción que rondaba por su cabeza un buen rato, algo como un celestial canto parecido al de un ángel.

Con cada cauteloso paso que daba, un aroma algo refrescante para las fosas nasales del pecador se esparcia por un lugar en especifico.
Ese aroma... Ese magnífico aroma... Ese aroma a sangre pura, a sangre virgen... una apetitosa sangre lígrima.

Pronto pudo percibir que el aroma era más fuerte y constante, cada que avanzaba por las funestas calles infernales.
El aroma lo guió a un lugar más en especifico, un callejón que no tenía salida.
Pronto pudo escuchar unos delebles sollozos acompañados de ese reconfortante olor.
"¡¿Hola?!" preguntó el cervatillo desde lo lejos.

Pronto pudo escuchar una aterrada voz que provenía más dentro de aquel oscuro callejón.
Se dio cuenta que se trataba de un pecador asustadizo, que lloraba abrazando sus piernas con terror.

El cervatillo recuerda haberle ofrecido su ayuda a cambio de algo... Pero no recordaba lo que después había acontecido.
"¿Cómo era eso posible?"
Se preguntaba el pelirrojo cervatillo.

~De vuelta con la realidad~

Una femenina voz interrumpio sus pensamientos, haciendo que vuelva a la caótica realidad.

- ¿Te pasa algo, Alastor? - preguntó la caníbal que ahora se encontraba escogiendo un traje para el pelirrojo.

Alastor dudo por un tiempo su respuesta, realmente lo había sorprendido en medio de el revoltijo de pensamientos que llevaba su cabeza.

- Yo... Creo que... - En ese momento una idea que el pelirrojo no dejaría pasar anduvo en su cabeza - ¡De lo mejor, Rosie! ¿No te parece hoy un día maravilloso?

- ¡Vaya Alastor! Tú si que me asustas aveces. - Respondió de manera eufórica la caníbal.
Y luego le enseñó uno de los atuendos de ocasión especial que había escogido para él.

El cervatillo tomó el traje con entusiasmo y entró a los probadores para poder cambiarse.

- ¿Qué tal? - salió del probador con un aire distinto.
Un traje que al ser diseñado por la tan distintiva caníbal, obviamente era de esperarse que le quedara magnífico.

- ¡Santos cielos! Pero que maravilla, tu aura ha cambiado por completo, querido. - Respondió de una manera bastante positiva.

Lo cual animó al pelirrojo y decidió llevárselo, claro... Luego le daría uno qué otro toque de su hostigante malicia.

. . .

Ni el mismo Vox quiso creer lo que había hecho
¿Detener su programa?
¿Por un simple e insignificante pecador?

- Esto debe ser una broma ¿cierto? - Cuestionó la polilla con cierto hartazgo.

- ¡Ahh! ¡¿PERO QUÉ MIERDA QUERÍAS QUE HICIERA?! - Se retorcio dentro de si el televisor.

- Vamos cariño, podrías haber hecho OTRA PUTA MIERDA que se te ocurriera. - Concluyó el colérico bicho.

De pronto, al ahora nombrado le llego cierta llamada, la cual disgustó aún más al televisor.
"¡¿Pero donde mierda has estado?!"
Reclamó a quien estaba ahora en la llamada.
Estaba claro a quien se refería, a su puta preferida... A su magnífica puta preferida.

- ¡Oh vamos! ¿Esa maldita prostituta se escapó otra vez? Te dije que no la dejaras salir. - dijo Vox en un tono de fingida preocupación.

La verdad no le interesaban ni le concernian las cosas que hacía Valentino con sus putitas, era algo de su lado, como Alastor lo era el suyo...

- ¡La puta madre! ¡No me contesta! - Exclamó la polilla con furia.

A sierto televisor le dio completamente igual, se dirigió a su habitación, se tumbo de golpe sobre la cama y pensó
"¿Qué haré ahora?"

El día ya se había despedido hace bastante tiempo, y solo quedaba la oscura noche que saludaba por las ventanas de los pertenecientes del infierno.
Una oscura y vacía noche, una tan vacía noche, que llegaba a asemejarce con el mismo corazón de aquel robótico demonio de inmensa soledad, pero se preguntarán, si él ahora tiene compañía
¿Por qué se siente solo?
Una respuesta bastante obvia, pero que solamente nosotros la sabemos.

. . .

El cervatillo se despidió de su querida y estimada amiga luego de una platica bastante reconfortante.
"¡Adiós querida!"
Fue lo último que se le escucho decir al cervatillo por última vez en aquel infernal lugar, hasta después de horas...

. . .

"¿Cómo te sientes, Alastor?"
Preguntó una extraña voz cuando a duras penas el pelirrojo pudo tomar consciencia de su realidad.
Destapó su rostro cubierto por una sabana de suave ropaje, pero lo suficientemente oscura como para segar la visión de cualquiera que se encontrase bajo ella.

Estaba atado a lo que parecía ser una silla bastante robusta, en un lugar oscuro y si no fuera por esa escalofriante voz podría decir que vacío, donde en el centro de atención se encontraba el cervatillo en su gran perdición...
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¡Jolas!

Los he dejado casi por ¿6 días? Bueno, casi una semana.

Quiero agradecer el apoyo que ustedes me han brindado en esta historia, lo cual me incita a más.
(Estuvo muy corto)

ADIOS
¿Quién creen que pueda ser el que capturó ha Alastor?