Contratada

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La lluvia golpeaba el techo de madera y paja, las chicas y yo estamos en el suelo de madera con el frío adorando nuestros pies desnudos, todas atadas con collares de metal como si de perros se tratara, unidas por una cadena, mientras pasamos hambre y frío los comerciantes comen y beben como si nunca hubieran comido, estaba apostando como es costumbre, nos llevaban a los mercados para vendernos como carne de cerdo, la lluvia se detuvo, el olor de los puros de los comerciantes estaban por todo el lujar.

—Oye, cuánto por una de esas perras.

Dijo con un tono borracho en sus voz, Jeff nuestro comprador, expulsa el humo del puro antes de hablar.

—15 rublos.

—QUE!.

Dijo golpeando la mesa.

—15 rublos, eso es un robo.

—Son vírgenes, valen más si se conserva su pureza.

El borracho miro en nuestra dirección mientras se sentaba en su silla de nuevo, toma un sorbo de cerveza.

—15 rublos, por la más joven.

Dijo poniendo los rublos en la mesa.

—Hecho.

Estrecharon sus manos y antes de que pudiera levantarse de la mesa, alguien golpeó la puerta, un guardia armado entro y detrás de el 3 más entraron, antes de que los comerciantes dijeran una palabra los guardia los sentaron y los rodearon, uno guardia se sentó detrás de Jeff, otro en la mesa de la barra y el último en la puerta, por un breve momento todos se callaron, en eso alguien entro, vestía un abrigo largo de color oscuro, sus botas estaban manchadas por el barro de la lluvia, camino hasta la mesa.

—Señor nat...

Un guardia puso su mano en el hombro de Jeff y lo sentó sin que esté se quejara, el hombre se sentó en un banco en la barra, el silencio era tal que el mínimo ruido llamaría la atención de todos en el lugar, pude escuchar como el extraño encendio un cigarro, los comerciantes estaba aterrados por su presencia, jamás los vi así, eso quiere decir que quién sea el, es más poderoso que los comerciantes más importantes de las tierras medias, tal ves sea un lord.

—Señor...

Un guardia golpea a uno de los comerciantes con la culata de su rifle, y ni siquiera se defendió, los guardias estaban vestidos con informes de color verde claro, con bordado de color amarillo, el soldado de la barra tenía un escudo real y medallas en el costado derecho de su abrigo.

—Puedo decir algo señor?

Pregunto Jeff con la cabeza agachada, ante sus palabras ningún guardia se movió, miraron al extraño quien ni siquiera se molestó en mirarlo, expulsó el humo de su cigarro.

—Que quieres?

Pregunto mientras tiraba la colilla de su cigarro en el cenicero.

—Puedo pagarle 2500rublos y darle a mis esclavas a cambio de que me deje ir.

Típico de Jeff siempre haciendo todo lo posible para que no le hagan daño, son 4 hombres al menos una de nosotras saldrá ilesa de esto, ano ser que el extraño nos viole una por una, el extraño soltó un suspiro antes de responder.

—Muchachos.

En ese momento los guardias dispararon sus rifles, el ruido de los disparos era ensordecedor, una vez estaban todos muertos, la sala volvió a estar en silencio absoluto, los guardias tomaron todo el dinero de la mesa y lo pusieron en una bolsa, un cuarto guardia entro con un tanque de combustible, sin que le dijeran algo empezó a esparcirlo por las paredes, el extraño se levantó y se dirijo a la puerta, mientras nosotras estamos todas abrazadas y juntas, unidas por el terror y el miedo, un guardia detiene al extraño.

CONTRATODonde viven las historias. Descúbrelo ahora