CAPÍTULO 35 Real aparición

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Sabrina se fue lo más veloz que pudo a su habitación, estaba tan roja y al mismo tiempo riendo, había atrapado a su amiga en lo que sea que fuese eso, una acción privada que ella y nadie de preferencia debía ver, entró y cerró la puerta, tirándose a la cama riendo de la vergüenza, iba a ser un tema complicado al otro día.

—Dios, Dios— Taylor se llevó las manos a la cara. —Acabo de traumar a mi amiga—

—Creo que quité la mano a tiempo, pero no estoy muy seguro— Travis dijo riendo. —Mierda, esto se va a quedar en su memoria un buen tiempo—

—No aprendemos—

Kelce reía fuerte.

—Shhh, vas a despertar a todos—

—Será mejor que vayamos a dormir, porque mañana será un día agotador— aun reía.

—No voy a poder mirarla a los ojos—

—Tranquila— dijo riendo. —No es como si estuviéramos desnudos o algo, igual no vio nada importante—

—De todos modos, Travis— frunció el ceño.

—Ya, ya, mejor vamos a la cama— no paraba de reír, tomó su mano y se fueron a alistar para dormir con sus bebés.


Ya estaban listos para acostarse, Taylor autorizaba algunos pases de acceso VIP con su personal de seguridad por medio de mensajes de celular, Kelce salía del baño, no dejaba de reír.

—Trav, ya, ¿De verdad sigues riendo por eso? — ella lo miró desde su lado de la cama.

—¿Te puso de mal humor que nos interrumpieran porque no acabé lo que quería hacer o en serio porque nos atraparon? — trató de decir serio.

—¡Travis! — se tapó la boca de inmediato rezando por no haber despertado a uno de sus hijos. —Ya no me digas nada por favor—

—Ok, ok— seguía riendo, era obvio lo primero.


Siendo la mañana de lunes, el sol se asomaba un poco a pesar del clima invernal, el uso horario no era tan distinto al de su país, Taylor escuchó su alarma del celular molesta, apagándola, no debió desvelarse, pero extrañaba mucho a su esposo, ¿Quién podría culparla?, abrió los ojos para encontrarse con la tierna escena de sus hijos dormidos, Charles estaba boca abajo cerca de ella, con su mejilla aplastada por la almohada, Evie toda chueca, con los pies encima del brazo de Travis y su cuerpo a la mitad de la cama, le dio risa verlos, se puso de pie lentamente, tratando de no despertar a nadie, cosa que no tuvo éxito, porque al parecer sus hijos tenían un censor potente que detectó que mamá se despertó.

—Ma— Charlie se sentó en la cama muy desorientado, volteando para todos lados, hace mucho no salía de su casa y ya no recordaba lo que era viajar y despertar en habitaciones de lujosos hoteles.

—Hola mi amor— Taylor lo cargó.

—Mamá— Evie se despertó dándole una patada en la cara a su papá al tratar de levantarse en la cama.

Travis abrió los ojos, confundido por los pies de su hija golpeando su cara sin intención de lastimarlo. —Vaya forma de despertar— se estiró.

—Ma— la pequeña parada en la cama se acercó a su mamá para que también la cargara.

—Bebé— la cargó con su otro brazo. —Lo siento, Trav, mi culpa, me oyeron de algún modo—

—Está bien— rio. —¿Lista para hoy? —

—Siento que voy a vomitar, no por el espectáculo, si no por los niños, que estarán ahí, pensando en cómo va a resultar todo, solo espero no se pongan de mal humor— dijo nerviosa.

Eres mi juego finalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora