Capítulo 12: Ayúdame, por favor

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No sé en qué momento empecé a ser tan considerado con alguien, pero en este momento me estoy arrepintiendo de ello. Estoy caminando por los pasillos de la universidad junto a los chicos y pasaron un grupo de chicas y entre ellas la chica O'Connor, que no se ve muy cómoda a decir verdad, pero no es como que deba importarme y mucho menos después de la "discusión" que tuvimos esta mañana

— ¡Hey, O'Connor! —grito Matt, llamando la atención de la chica que se volteó sobre su eje viendo quien le gritaba—¡ven con nosotros! —invito con un gesto de su mano

— tengo que ir a la biblioteca —aviso acercándose para que el mastodonte dejara de gritar— necesito buscar unos libros para un trabajo, pero si me dice donde estarán iré después de conseguir los libros —dijo saludando a todos con un apretón de manos a lo macho— ¿les parece? 

— ¡genial! —concordo Matt

— Theo, me avisas en donde estarán —le pidió al chico y él asintió con una sonrisa— nos vemos al rato —se despidió con la misma seña que la ves anterior dejando a los bastardos medios idiotizados 

no me sorprende que actuará como si no existiera, en el corto tiempo en que la conozco sé muy bien que hace eso para evitar discusiones innecesarias o cuando está demasiado ocupada para gastar saliva; sin mencionar que con lo que le dije hoy, no me esperaba menos de su parte. Es divertido robarle la paciencia a alguien tan razonable como ella sabiendo que es algo que  tiene en abundancia

— vaya que te ignoraron —recalcó Luca, con un gesto de burla

— Fue peor que la primera vez. Esta ni siquiera lo miró —agregó Asher, quien en vez de ayudarme le estaba añadiendo leña al fuego  

— ¿ustedes ya la conocían? —preguntó Josh intrigado— sí que se lo habían escondido... Hasta uno de ustedes la beso —reveló ganándose la atención de todos y una mirada fulminante de mi parte por abrir la boca

— ¿De qué demonios hablas? ninguno se ha pasado de la raya con ella ¿verdad? —interrogó Theo estando algo a la defensiva

— oye, no te alteres... Mejor preguntale a Mery jane —le dijo lanzando una mirada venenosa 

maldito bastardo de bolas nulas 

— no vuelves a decirme así imbécil —advertí señalando—...no nos besamos, eso no pasaria ni en mis peores pesadilla, ni en sus mejores sueños así que olviden lo que dijo este jodido gremlin 

se formo un silencio que terminó por fastidiarme así que preferí irme del lugar con los pensamientos revueltos y una sensación extraña en el estómago que me llevó inconscientemente a la cafetería en busca de algo que calme el dolor y como soy la persona con la peor suerte del mundo, en mi camino se cruzó la chica O'Connor que es perseguida por un chico raro el cual nunca había visto. Me parecio raro ya que se supone que iría a la biblioteca, pero de igual manera no es como que me importe

Al detallarla bien me fije en que su cuerpo parece ejercitado ya que el pantalón campana que tiene se estira cada vez que da un paso, y cuando respira la tela del top se estira como si no hubiera un mañana, aunque se disimula por el sueter tejido que tiene encima  

De la nada mi vista se va a su rostro levemente ruborizado—seguramente por lo que le dice el chico—, sus pestañas largas y negras hacen juego con el color almendra de sus ojos y sus labios rosados y carnosos llaman la atención de una manera repulsiva

sus labios...

{Inicio de flashback}  

— pero si es la chica O'Connor... — me paró detrás de ella, sobresaltándola por la cercanía— creí que no vendrías —confesé dándole un beso en la mano 

Mientras caiga la nieveDonde viven las historias. Descúbrelo ahora