La tarde era tranquila y pacífica a los ojos de cualquiera en Nueva York. Un nuevo año empezaba y no había una sola persona que no estuviera contagiada del alegre ambiente de las fiestas.
Sin embargo, en el cuarto número 68 de un centro psiquiátrico, para un individuo de cabellera azul y mirada profunda, era un día como todos.
Se trataba este caso de uno de los más difíciles que el lugar había tenido, bueno, no todos los días recibes a el ex-vocalista de una famosa banda que en un momento lo tuvo todo. Ese día la historia resonó por todo el mundo y los periódicos se vendieron como pan caliente: "Gorillaz, un fraude total" Era el titular que tanto merodeaba de ciudad a ciudad, de país a país, de continente a continente. Cualquier persona bien haya o no escuchado una canción de esa banda se sorprendía cada vez leía y escuchaba más, todos los fans quedaron completamente destruidos y decepcionados. Gorillaz había pasado a ser historia de la peor forma posible.
Stuart Harold Pot, ya acostumbrado al ambiente tan monótono del lugar donde estaba seguro que pasaría el resto de sus días ni se inmutó en celebrar junto a sus compañeros que ya se encontraban en rehabilitación.
-Hey, ¿Puedo pasar?-Preguntó la Dra. Jazmine, encargada de cuidar que nuestro querido Stuart estuviera bajo control y no hiciera alguna estupidez, como las que ya había hecho tiempo atrás.
-E-entra-Tartamudeo el débil tipo que yacía en una esquina de su cuarto, viendo directamente a una pequeña ventana de su cuarto, el sol era más fuerte que nunca y esto solo llenaba de nostalgia a Stuart, la impotencia de no poder recuperar esos días en los que era feliz corrompía cada parte de su tenue cuerpo.
-Por dios, mírate, estás muy delgado...Si me llego a enterar que otra vez estás vomitando la comida que se te da tendré que llevarte al-
-No dejé de comer, no sé que me pasa, Jazz-dijo en un tono seco y deprimente
La doctora rápidamente comprendió y decidió pasarlo por alto, sabiendo que ella era en quien más confiaba su paciente.
Hubo un silencio muy largo, el aura desesperanzadora de Stuart contagiaba de cierta manera a Jazmine, quien no soportaba más tener que lidiar con un sentimiento tan sofocante, rompiendo el hielo con la única labor con la que había sido enviada.
-Te están esperando.
-No voy a ir, no me interesa quienes sean, no quiero ir y no lo haré-Por primera vez en mucho tiempo él pobre chico sonaba decidido.
-No es que no quieras ir, es la policía, quieren escucharte hablar sobre tu historia.
-¿Otra jodida vez?
-Vamos, solo lo haz hecho dos veces, esta será la última, te lo prometo. Si lo haces, te invitaré un helado, ¿Está bien?
El peliazul lo pensó unos segundos mientras la única persona que consideraba una buena compañía esperaba.
-Murdoc Niccals escapó de prisión-Dijo Jazmine para que de una vez por todas su paciente reaccionara.
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Hey hey hey, la verdad no sé si alguien este leyendo esto. Cree esta cosa para comenzar con un intento de escribir mis propios fanfics, siempre he sido lectora con las ganas de escribir una versión mía, con el rumbo que yo quiera, con el final que yo quiera.
Apenas estoy iniciando en esto, unas sinceras disculpas si hay errores o huecos en la historia. Una cosa más, aún me falta demasiaaaado por aprender de gorillaz, la escuela me mata de tanta exigencia y poco tiempo me queda de investigar. Así que no esperen tanto de esta historia.
Como última cosa, no tengo una fecha programada para publicar las siguientes partes, quizá más adelante ya hasta publique un capítulo por semana, de todas formas, este fanfic no tendrá más de 15 capítulos.
Buenop, eso fue todo lo que tenía que decir por hoy, se me cuidan.
