Taeyong se estaba arreglando para salir. Hoy iría a la casa de Doyoung a terminar el proyecto que debían presentar la siguiente semana. Taeyong estaba algo ansioso, desde que el pelinegro lo abrazó, no ha podido sacar una idea de su mente, que al verlo, esa idea se vuelve más prominente. Trataba de controlarse a sí mismo, pero le resultaba aún muy difícil.
Salió de su casa y se dirigió a la estación del metro, en el camino se colocó sus audífonos y comenzó a sonar One of your girls de Troye Sivan. Sonreía tan solo con escucharla. Después de unos minutos de canciones, ya se encontraba en la puerta de la casa de Doyoung. Para Taeyong no era una casa, parecía mas bien una hacienda o algo parecido. Se quitó los audífonos y tocó el timbre.
—Taeyong —le sonrió —. Que bueno que al fin llegas. ¿Ya comiste?
Taeyong negó.
—¡Genial! —Doyoung decidió tomarlo de la muñeca para llevarlo adentro de la casa —. Lou cocinará para nosotros, es una increíble cocinera, ¡ya lo verás!
Taeyong ante el tacto de el pelinegro no pudo evitar ponerse nervioso, y menos pudo evitarlo ante el ambiente de la casa de Doyoung. Sentía soledad. La veía tan solitaria, no era para nada una casa acogedora. Doyoung al estar llevando a Taeyong hacia la cocina donde estaba Lou, no pudo evitar sonrojarse un poco.
—¡Lou! —llamó a la señora —. Él es Taeyong, de quien te hablé —sonrió. Seguía sujetando la muñeca del contrario.
—¡Taeyong, al fin te conozco! No sabes la infinidad de veces que este jovencito habla de ti —apuntó con su cabeza a Doyoung.
Doyoung tan solo rodó los ojos y Taeyong se sonrojó y se soltó del agarré de Doyoung. Lou se puso a conversar más tiempo con los universitarios y después decidió cocinarles una deliciosa comida que ambos disfrutaron antes de ponerse a hacer el proyecto.
—Gracias por la comida, Lou. Taeyong y yo iremos a mi cuarto a hacer el proyecto.
—Claro, claro, vayan.
Taeyong agradeció también y se dirigieron a esas enormes escaleras. Al llegar arriba Taeyong se sorprendió una vez más. ¿Cuántas veces ya se había sorprendido? Había perdido la cuenta.
—No puedo creer que tu habitación sea una planta baja de la mía —dijo mientras se ponía a ver las cosas de Doyoung, todo perfectamente ordenado, olía bien, y su cama...
Dios, su cama. Se ve tan suave.
Le daba algo de pena ir y acostarse ahí, así que por ahora descartó esa idea. Se pusieron a hacer el proyecto. Cada uno daba ideas al otro, aunque el proyecto ya estaba casi echo por Doyoung, Taeyong le sugirió qué más podría agregarle. Ambos se complementaban excelente, trabajaban en la elaboración de la maqueta exitosamente. Tardaron cuatro horas en tal solo terminar un cuarto de la planta alta de la casa, les faltaban dos habitaciones más y el techo. Ya se estaban fastidiando un poco.
—Me duele la espalda, ahh —Taeyong se quejó mientras se retorcía y se estiraba en la silla.
—Ya somos dos, no aguanto mi cuello.
Doyoung se levantó y se aventó hacia su cama. Llamó a Taeyong. Este se negó. Doyoung se sentó en la cama y ladeó su cabeza preguntando el por qué.
—Es tu cama.
—Sí, ¿y? —arqueó la ceja.
—¿No te sentirás incómodo?
Dio un suspiro —Si me incomodara ni si quiera estarías en mi casa, y mucho menos te invitaría a venir a mi cama. Ven.
Taeyong suspiró y se dirigió a la gigante cama, al acostarse lo pudo comprobar. Era muy suave, creía que la cama de Doyoung era como sentirse en las nubes.
—Increíble. Amo tu cama —dio unas pataditas.
Doyoung sonrió y preguntó si le gustaban las cosquillas, el contrario se extrañó un poco y Doyoung comenzó a hacerle cosquillas. Ambos reían, Taeyong es muy cosquilludo, decidió hacerle cosquillas a Doyoung. Se hacían cosquillas mutuamente hasta que Taeyong decidió subirse arriba de Doyoung para poder hacerlas mejor, pero este no quería ser derrotado, así que de alguna manera volteó al pelirrojo y ahora el pelinegro estaba arriba de él, muy cerca. Dejaron de reír al darse cuenta que sus rostros estaban demasiado cerca. Ambos se sienten ansiosos, buscan hacer algo más, pero les asusta la reacción del contrario. No quieren ser rechazados. Taeyong miró los labios de Doyoung y luego a sus ojos varias veces, ahí se entendió. El pelinegro junto sus labios con los del pelirrojo, en un piquito de tres segundos. Al desprenderse su cuerpo temía. Taeyong estaba perplejo, pero decidió ceder, no iba a perder una oportunidad; lo agarró de la nuca y lo besó. Ese beso ya era apasionado, algo que ambos querían. Seguían el ritmo perfectamente. Taeyong lentamente volteó a Doyoung posicionándose arriba de él. Agarraba su nuca y lo pegaba más a él. Ninguno de los dos quería parar. Querían llegar lo más lejos posible.
Se separaron una vez más y Taeyong miró con dulzura a Doyoung antes de unir sus labios en un beso que desencadenaría una cercanía demasiada íntima entre ambos.
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Rivals | DoTae | PAUSADA
FanfictionDoyoung y Taeyong comenzaron siendo rivales en la universidad. Puede que eso los mantenga unidos para que algo más nazca de una manera inesperada. ¿Pero la rivalidad que los unió será tan fuerte como para nunca romperse? • DoTae • Historia propia •...