Capítulo 13: El segundo reto empieza

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Una joven de cabello negro y ojos negros cual noche, se encontraba sentada sobre una pequeña cama en el camarote que le correspondía siguiendo el consejo que hace algunos minutos le había dado otra pelinegra.

¿Qué se te ofrece?, escucho, tras más de 10 minutos de insistencia, marcando un mismo número.

¿Has estado tomando?, pronunció la joven.

Que te importa lo que haga Sora, escucho.

Me importa y mucho, eres mi prometido, el hombre al que amo, dijo la joven.

¿En verdad?, escucho.

Touya, si no quise responder a la pregunta indiscreta fue porque no me pareció correcto hacerlo, lo que yo tuve con Jiren es pasado y por lo mismo, ya no se debe remover el mismo, agrego Sora, haciendo una pausa para añadir: Mi presente y futuro eres tú cariño.

No me encuentro solo en mi camarote como tu Sora, por ello, esta plática la continuaremos en otro momento, escucho.

Touya, ¡Te amo!, dijo la modelo.

Quisiera creer ello Sora, porque yo también te amo, y solo por ello, te seguiré acompañando en este programa, porque sé que necesitas seguir aún aquí para hacerte aún más popular, fue lo último que escucho la modelo.

Touya, porque eres tan inseguro, lo mío y lo de Jiren, es pasado, ahora lo único que me une a él es una bella amistad, amistad que tenemos que guardar en secreto por la celosa de su novia, pensó la modelo.

Camarote de Touya y Zamas:

¿Problemas?, dijo un joven, mirando a su compañero de camarote.

Claro que no, respondió Touya.

Escuche que en tres días habrá un nuevo reto, agrego el otro joven.

Ah sí, ¿y no escuchaste de que se trata?, contesto Touya con calma, mientras tomaba una botella de agua.

No, respondió Zamas con calma.

Al día siguiente:

Una pelinegra platicaba con sus dos amigas, al tiempo que otra pelinegra entraba al mismo café del crucero donde ellas estaban.

Chicas, ya regreso, dijo Milk, poniéndose de pie.

Pero, ¿a dónde vas?, expreso Bulma.

Creo que con Sora, contesto Dieciocho.

Bueno, entonces sigamos platicando sobre las actividades que haremos hoy en el crucero, dijo la peliazul, mientras la rubia asentía, y la pelinegra se acercaba a la otra joven de cabello negro.

¡Hola! ¿Podemos compartir la mesa?, expreso Milk.

Claro, toma asiento, dijo Sora, mientras desde otra mesa una morena, que estaba junto a una chica de trenza y a otra de cabello verdoso miraba la escena con molestia.

Las zorritas se juntaron, expreso la morena.

¿Por qué dices eso?, contesto Brianne.

Solo tiempo al tiempo, y sabrás porque lo digo, respondió la morena, al tiempo que una rubia que estaba sola en una mesa se ponía de pie, para salir del lugar.

Es bien antipática, dijo Macarita al verla.

En tanto:

No estés triste, verás que todo se solucionará, mejor porque no compartimos mesa con mis amigas, así nos ponemos de acuerdo para las actividades que realizaremos hoy en el crucero, expreso Milk.

Bien, vamos con ellas, contesto Sora.

En el ambiente de los hombres:

¿Y ahora qué quieres?, expreso Touya al ver al joven de cabello alborotado frente a él.

LA BODA SOÑADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora