❥ Mi alma es tuya ⋄ toll

Prólogo 000

Estuve al borde del colapso hacía tan solo unos meses, apenas con unos dieciocho años. No había ningún objetivo claro en mi vida, estaba solo, a excepción del perro que me acompañaba desde hacía ya años, el cual también notaba mi estado deteriorándose cada vez más. Me daba más pena él, que yo.

Ahora mismo estaba frente al espejo, me miraba y no quería ni reconocerme, era el momento perfecto para que el mundo me tragara y pudiera desaparecer. A mis pies estaba Scotty tumbado, me miraba con cara de pena e intentaba de vez en cuando frotarse contra mis piernas, como en un intento de consuelo que era lo único que podía hacer siendo un animal. Yo aceptaba el gesto, pasando mi mano por su cabeza, pero igualmente mi mirada estaba perdida en mi espejo, viendo el aspecto tan miserable que tenía, y que siempre tuve.

Me veía extraño, demasiado. No me sentía yo mismo, me sentía tan cambiado aunque los demás me vieran igual, no llegaba a comprenderlo. ¿No veían el desastre ante sus ojos, o directamente lo ignoraban? A veces eso me molestaba, lo sentía como una mentira a mi cara, y optaba por aislarme aunque no era lo que de verdad quería hacer.

Ya no me quedó otra que, con la poca fuerza de voluntad que me quedaba, apartara la vista del maldito espejo y me tumbara en mi cama, obviamente acompañado de Scotty que no dudó en subirse de un salto a mi lado. Siendo sincero, mi vida no me gustaba para nada; la sentía tan vacía y sin apenas algo de emoción, estaba pensando a ratos en que necesitaba hacer algo impulsivo que me motivara, algo que pudiera hacerme sentir vivo de nuevo.
Mi rutina ya me la conocía entera de principio a fin, y mi mente enfrentaba el quedarme igual, o hacer alguna "locura" para poder integrarle alguna emoción o chispa. Por dentro, sabía que estaba como una mierda, aunque eso no lo iba a aceptar ante nadie ni por nada. ¿Para qué? Iba a sentirme igual si lo decía en alto como si no, así que prefería guardar mi silencio y quedar "en paz" con mi consciencia.

— ...Scotty, ¿me hago caso a mí mismo por una vez? — Le hablaba como si llegara a entenderme, o como si esperara una respuesta coherente como si fuera otro humano y no un perro, pero eso me daba igual. Mi mascota era el único apoyo que me quedaba a mi lado, mi único pilar en esos momentos, y era solo un animalito que no podría ni juzgarme. El único que podía mirarme con ojos honestos, aunque sin capacidad de transmitirme otra cosa que cariño y apoyo.

Después de unos segundos de mirarle a la cara, viendo cómo me miraba, obviamente sin entenderme pero con algo de tristeza como si no supiera cómo consolarme para que me sintiera mejor, sabía que tenía que decidirme por actuar sin pensar por una vez en toda mi vida. Era mi vida, al fin y al cabo, tenía que vivirla como quisiera y como lo sintiera en el momento, no tenía que dejar que los demás la tiraran por la borda por mantener la suya.
En mi rostro se plantó una pequeña sonrisa, a lo que simplemente abracé a mi perro como intentando agradecerle por su silencio que me hizo decidirme. Era estúpido, mucho, pero a mí me parecía una buena forma de decidir con mis dudas aunque fuera bastante inútil, me servía.

Obviamente tenía que salir de ahí, de esas cuatro paredes que ya me sofocaban de tanto verlas, me daban ganas de llenarlas de cosas para tapar esa pintura gris que ahora me parecía repulsiva, extrañaba tanto la gran decoración y los cuadros o pósters. Cuando ya me separé de Scotty me levanté, no sin antes agarrar una gran manta para poder tapar el espejo, y así concentrarme en qué era lo que necesitaba hacer en esos momentos.
Estaba solo, sin apoyo, aburridísimo y se podía decir que deprimido... No me quedaba de otra. ¿Salir a la calle? ¿Conocer gente nueva? ¿Buscarme algún interés que me llenara? Bueno, lo había intentado antes, pero no perdía nada por volver a hacerlo aunque quedara en un fracaso, tenía que arriesgarme lo que me quedaba de vida, la cual no pensaba que sería mucha hacía ya unos años atrás.

No dudé en ir a mi ordenador pues era mi única forma de entretenimiento ahora, intentando ver algo que me llamara la atención, aunque no hubiera apenas nada novedoso. Prefería empezar por ahí, pues me iba a ser mucho más fácil que si simplemente salía a la calle a perderme por ahí a conocer gente que resultara peligrosa, yo no iba a ser tan estúpido y menos de nuevo.
Ya me conocía esto un poco, había muchos foros, aunque casi nadie sabía quién era quién bajo el subnombre que nos diera la gana. Eso era lo de menos para mí, qué me importaba, con tener intereses en común y poder conversar me valía de todas formas. Aún así, tenía que reconocer que mis gustos no eran lo usual, al parecer era demasiado raro si disfrutaba de lo oscuro y de las cosas un poco más siniestras, aunque a mí me parecían lo mejor. Me centré en eso hasta nuevo aviso, ya era demasiado tarde para ir a algún lado, de madrugada no me daba ni para ir a un bar o a alguna discoteca ya. Solo habría algún que otro enfermo y potenciales asesinos o violadores dentro, mejor no me jugaba el cuello a perder la consciencia y acabar torturado hasta mi futura muerte prematura.

Algo me llamó la atención, pude ver algunos foros que antes no había descubierto, y había mucha gente activa por ahí, era un poco reconfortante no verme tan solo aunque no conociera de nada a todos esas personas, por lo menos mi pantalla me servía de protección. Mi mente se puso a maquinar, y como aún no quise dormir, me decidí a que iba a crearme algunos perfiles para poder interactuar y entretenerme unas horitas hasta que el sueño me venciera.

En lo que me creaba el perfil me lo replanteé, me iba a dar algo de vergüenza hablar como si nada luego de tanto tiempo, pero estando detrás de una simple pantalla tampoco había mucho problema con eso, supongo. No pensaba en un principio hablarle personalmente a ningún usuario, solo en conjunto, a mi mente aún le parecía demasiado y tenía que hacerme a la idea hasta que me acostumbrara y me viera preparado para algo más "íntimo".
Mi vista se giró un poco, viendo que Scotty igualmente estaba sentado al lado de mi silla en el suelo, siguiéndome a todos lados como siempre hacía. Sonreí nuevamente, por alguna razón pensé que podía sentirme mejor, y centré mi atención en la pantalla otra vez, no sin antes darle algunas caricias con cariño a mi perro.

Era solo un comienzo, ¿qué más daba el desenlace?

A partir de ahí me mantuve ocupado un rato navegando por algunos foros, fueran sobre algunos crímenes y demás o de cualquier tema de mi interés, tragándome mi vergüenza para escudarme en que solo era interactuar a través de un monitor, y tratando de comentar aunque aún no estaba seguro si yo debía subir algo, eso normalmente lo hacía la gente que ya tenía cierta relevancia... Siempre había oído hablar de estas cosas, bueno, se habían hecho populares solo hacía algunos años, porque ahora habían más avances en el Internet y a más gente le llamaba la atención.
Al principio me negué a eso, aunque tuviera mi teléfono móvil, era solo por emergencias o cosas así, pero ahora podía ser diferente si le daba la oportunidad. Donde más me reguardaba era en mis reproductores de música, mis discos y mis MP3, aunque costaba la vida conseguirlos a veces. Fuera como fuera, tenía que despejarme de eso un rato, y tenía que ver qué tal con todo esto que era como un mundo exterior alternativo.

BiKa_89, no me compliqué mucho, de todas formas había escuchado que mucha gente solía poner algo bastante simple como nombre. Era bastante fácil manejarme por los foros, la mayoría tenían cosas muy simples y lo único más complicado era buscar, interactuar y publicar cosas. Así era menos estresante que una conversación cara a cara, tenía mi tiempo para pensar y razonar sin quedar como imbécil. No llegaba a comprender del todo por qué mi mente siempre evitaba las cosas que podían convenirme...

— Scotty... ¿Piensas que va a ser una buena idea? — Volví mi vista hacia mi perro en mis pies, quien me miró en cuanto oyó que le había llamado, sin poder distinguir mucho de su expresión. Como lo vi alzando un poco sus orejas con atención y confusión, solo me lo tomé como un sí y me sentí mejor conmigo mismo, acariciando un poco su cabeza como siempre. — Eres lo mejor, Scotty.

Busqué donde podía mis ánimos y seguí adelante con lo que tenía en mente planeado, yo estaba más que seguro que iba a mejorarme por mi propia cuenta. Podía no ser la opción más sana, pero qué me importaba a mí si aún ni yo mismo lo estaba.

Había estado ya un rato hablando con desconocidos que ni me daba cuenta que tenía que dormirme a ese punto, no fue una sorpresa cuando de repente dejé de ver la pantalla y empecé a soñar, me había quedado más que dormido frente a la pantalla aún encendida de mi ordenador. Tanto fue mi sueño, que no me percaté ni de una pequeña notificación que me llegó poco antes de recaer mi cabeza sobre la mesa y quedar inconsciente hasta dentro de unas horas.

Un mensaje privado de uno de los foros que había visitado, cómo no.

B.K — 4:39am