Rosas y champaña fanfic
𝟏. El comic original 'Roses and champagne' no es de mi autoría, todos los créditos a ZIG y Ttung Gae.
𝟐. Prohibida cualquier copia y/o adaptación de la historia.
𝟑. Contenido +18.
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CAPÍTULO QUINCE ❛ llamen a un doctor ❜
LA NIEVE POCO A POCO COMENZABA a llegar más a montones, impidiendo el paso de los coches que solo iban de paso para la gran ciudad. El sueño tenía una gruesa capa blanca, la cual por cada segundo que pasaba, subía cada vez más.
¿Quién se atrevería a salir con eso?
Era lo que la mujer de la posada pensaba observando a través de la ventana, preocupada gracias a que tres huéspedes todavía no llegaban.
Bueno, no es como que ellos estuvieran por cuenta propia allá afuera, ¿cierto?
──El clima está empeorando. ──avisa ella a su esposo, el cuál acomodaba las ventanas, asegurándose de que estuvieran bien cerradas.
──Cuando esto pasa me pongo nervioso sin razón alguna. ──responde su esposo despegándose de la ventana──. Espero y no pase nada malo.
Tocaron frenéticamente la puerta principal de la posada. La pareja volteó debido a que habían puesto seguro, observando una sombra al otro lado. La mujer se acercó casi corriendo.
Una cabeza rubia fue lo primero que vió, la cual estaba entre dos cabezas pelinegras. Leewon y Paulette venían cargando a Caesar de brazos.
La mujer tenía la nariz y sus ojos rojos. Del frío y lágrimas.
Intentó hablar, sin embargo, nada salió de sus labios más que un quejido.
──Un doctor... ──Leewon es el que habla──. ¿Puede por favor llamar a un doctor?
[ . . . ]
Paulette acariciaba su panza en un intentó de reconfortarse. Estaba sentada a un costado de la cama en la que Caesar estaba acostado ──e inconsciente──. Leewon estaba del otro lado de la cama, presionando la herida de bala del rubio.
El abogado observaba la espalda de la pelinegra. No sé había movido desde que se sentó sobre la cama, mucho menos hablado.
La puerta se abrió haciendo que ambos pelinegros voltearan hacia ella. La dueña del lugar y el supuesto doctor entraron a la habitación.
──¡Llegó el doctor! ──avisa la mujer dejando que el hombre mayor se adelante──. Él se lastimó mientras salió a caminar un rato. ¡Está sangrando mucho!
──Déjeme ver. ──pide el doctor sentándose a un lado de la cama. Leewon retrocede los pasos.
La herida de bala comenzaba a volver la piel de Caesar verdosa.
──¿Doctor? ¿Qué pasa, está muy mal? ──pregunta la mujer.
──No... No es eso. ──niega el mayor──. ¿Podría salir, por favor? Está interfiriendo con el tratamiento.
