Brisa se revolvía en la cama, abría poco a poco sus ojos, acostumbrándose a la luz que entraba por la ventana. Era un ambiente nuevo "¿Dónde estoy?" Fue lo primero que se le fue a la cabeza, no estaba en su cuarto y mucho menos en su casa ¿Que pasó? ¿Con quien se fue anoche? ¿Dónde está su celular? Miles de preguntas pasaban por su cabeza, se destapó con desesperacion, se levanto con rapidez y abrió la puerta, saliendo directamente a un pasillo la cual la llevó a la sala y cocina
- Hasta que despiertas - Rivers se levantaba de las bancas de la isla de la cocina
- ¿Rivers? - Brisa estaba muy extrañada, su cabeza daba vueltas, definitivamente estaba muy cruda
- Te traje aquí por que estabas muy peda y me pediste que no le dijiera a tu mamá- Rivers le contaba mientras se acercaba a ella - Entonces solo le dije que seguiríamos la peda aquí - Finalizó
Brisa paso las manos por su cara, sabe que no tiene que tomar así
- Te duele mucho? - Rivers tomaba las muñecas de Brisa delicadamente
Brisa solo se obstuvo a asentir - Vente, te voy a dar unas pastillas
Rivers tomo a Brisa de la mano y se dirigieron nuevamente al cuarto, Brisa tomo asiento en el lado en donde estaba acostada, mientras Rivers buscaba las pastillas en un mueble a los pies de la cama
- Es tu cuarto, no? - Brisa pregunto mientras observaba los detalles de esta
- Si, te gusta? - Rivers contestó sin despegar su vista de la caja en la cual urgaba
- Mmm, no - Brisa recibió una mala mirada de la pelirosa - Pero tu cama es super cómoda
Rivers le entregaba la pastilla, junto un vaso de agua que solía tener a mano en su cuarto
- Apoco si? - Rivers soltó una pequeña risa
- Si, ahora este lado de tu cama es mío - Brisa ingeria las pastillas para el dolor de cabeza
- Ya me vas a invadir wey - Rivers habló con "tristeza" para después reír al ver la cara de de enojo de Brisa - Es broma - Dijo alargando la última "a"
Rivers se dirigió a la cocina, estaba viendo unos pendientes en su portátil, mientras Brisa trataba de estar un poco más presentable para poder ir rumbo a su casa.
- Ya me voy Rivis - Brisa hablaba desde la puerta de entrada
- Yo te llevo - Rivers se levantó de su lugar dirigiéndose a Brisa
- No Rivis, tienes pendientes, no quiero incomodar, enserió - A Brisa no le gustaba desacomodar el horario de la gente
- Déjate de mamadas, vamos - Rivers tomo las llaves del carro y abrió la puerta de la entrada, haciéndose a un lado para que Brisa pasara
Se subieron al carro, Brisa iba de copiloto
- Hey, ya te dijieron las morras? - Rivers rompió el silencio
En ese momento, un mensaje llegó al celular de Brisa
- Son ellas - contestó para mirar su celular
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