Cuenta Cuentos De Raven

Miedo

El miedo se había convertido en su sombra, acompañándola cada noche, cada mañana, cada día de los últimos meses.

Durante las noches, el insomnio la acechaba, mientras que durante el día se recluía en su habitación. Habían transcurrido tres largos meses sin probar bocado.

Sus amigos, visiblemente inquietos, veían cómo su salud se deterioraba, mientras sus poderes la consumían desde adentro.

Otro día amanecía, uno más en que no se atrevía a salir. La noche se cernía con una fuerza inquietante, envolviendo la Torre en su manto de oscuridad. Un silencio sepulcral reinaba en el recinto.

3 de la madrugada

De repente, gritos escalofriantes perforaron el aire, seguidos de golpes que resonaban por todos los rincones. Aquella voz que alguna vez había perturbado a numerosos villanos ahora clamaba con pavor en medio de la penumbra.

Los Titanes, llenos de desesperación, acudieron rápidamente en auxilio de su compañera. La puerta de su habitación se resistía a ceder, mientras los alaridos se intensificaban, cargados de angustia y temor.

Con un golpe contundente derribaron la puerta, revelando a Raven acorralada en una esquina de su cuarto, con la cabeza entre las rodillas y meciéndose de adelante hacia atrás, repitiendo en un murmullo angustioso:

"No me hagan daño... Aléjense..."

Su rostro desencajado, sus ojos inundados de lágrimas.

Robin se acercó lentamente a ella, con los brazos extendidos, se arrodilló frente a su amiga y le colocó una mano en su hombro con compasión. Sin embargo, esta gritó, aterrada por la presencia de su amigo. Colocó sus manos en su cabeza, inclinándose más hacia sus rodillas y meciéndose con brusquedad mientras gritaba histéricamente.

"No, no, no".

Ningún Titán comprendía el comportamiento de su amiga. Cyborg, Starfire y Chico Bestia se alejaron un poco mientras Robin intentaba hablarle con dulzura para intentar comprenderla.

"Raven, escúchame, soy Robin. Estoy aquí. Cuéntame qué sucede."

Robin intentó acercarse más a ella, pero se puso de pie repentinamente y corrió hacia el otro extremo de la habitación.

se puso de espaldas a sus amigos, con la vista fija en la pared, abrazándose a sí misma con fuerza, como si tratara de contener el torbellino de emociones que la invadía.

Robin se acercó una vez más, decidido a brindarle consuelo. Esta vez, la rodeó con un suave abrazo, intentando transmitirle su apoyo y calma en medio de la tormenta emocional que la envolvía. Sin embargo, Raven reaccionó con desesperación. Gritó, pataleó, lloró y golpeó a Robin para que la soltara, pero él se mantuvo firme, sin ceder ante su resistencia.

"¡Basta, basta, aléjate, no me lastimes!"

Las palabras desgarradoras de Raven resonaban en la habitación mientras golpeaba el pecho de su líder. Aunque Robin la mantenía aferrada con firmeza, procuraba no dañarla físicamente, mientras sus amigos observaban con impotencia, sin saber cómo actuar en medio de tanta angustia.

"Raven, escúchame. Soy Robin, tu amigo. Estoy aquí para ayudarte. Cuéntame qué pasa", gritó Robin desesperadamente mientras la abrazaba y sostuvo su mirada con determinación. Por un momento, los golpes en su pecho cesaron, los movimientos frenéticos se detuvieron y los gritos encontraron un breve respiro.

"Rob... Robin", balbuceó Raven, su voz apenas un susurro entre sollozos.

El silencio tenso que siguió fue interrumpido solo por la respiración entrecortada de Raven y los latidos acelerados de sus corazones.

"No, no dejes que me haga daño, no dejes que me toque, te lo suplico, no quiero morir"

Se aferró al cuello de su amigo y lloró con desesperación mientras esté le acariciaba el cabello.

3:59 de la madrugada

Los sollozos de Raven retumbaban en las paredes de la sala, los Titanes se encontraban en la cocina mientras Robin le preparaba un té de hiervas para que se calmara. La observaban sentada en el sillón con preocupación.

"que creen que sea lo que atormenta a la amiga Raven" dijo Starfire con preocupación y susurrando para que Raven no los escuchara
"Sea lo que sea debe ser muy malo" prosiguió Cyborg
"Nunca había visto a Raven tan asustada" Chico Bestia se encontraba junto a Cyborg con sueño pero preocupado por el bienestar de su amiga
"Eso lo descubriremos después, por ahora debemos quedarnos con ella y aser que descanse" dijo Robin mientras servía el té en una tasa y luego buscaba algo en una pequeña estantería
"Como conseguiremos que duerma" preguntó bostezando Chico Bestia

Robin le mostró un pequeño frasco que saco de la estantería

"Ase algunos años Raven era atormentada por pesadillas y esto es una posion que ella misma preparo para ayudarla a dormir profundamente" explicó Robin mientras vertía un poco del contenido del frasco en el té de su amiga.

El aroma reconfortante de las hierbas llenó la sala mientras el té de Raven reposaba, emitiendo una suave vaporación. Robin se acercó con cuidado a su amiga, sosteniendo la taza entre sus manos, esperando que el brebaje traiga algo de tranquilidad a la atormentada joven.

"Ten, Raven. Tómate esto, te ayudará a sentirte mejor."

Raven levantó la taza con mano temblorosa y sorbió el contenido lentamente. El calor reconfortante descendió por su garganta, disipando la angustia que la aprisionaba. Poco a poco, su expresión se suavizó, los sollozos se apaciguaron y el temblor de su cuerpo se aquietó.

"¡Mira cómo se relaja, chicos! Parece estar funcionando." Dijo Starfire algo emocionada

"Esperemos que le dé algo de calma, necesita descansar después de todo lo ocurrido." Cyborg se mostró sereno ante la situación aunque por dentro era un manojo de nervios y preguntas por resolver

Los Titanes se miraron entre sí, vislumbrando un rayo de esperanza en la expresión serena de Raven. Juntos, permanecieron en silencio, ofreciendo su apoyo a su amiga en silencio, dejando que la paz abriera camino en medio del caos emocional que la afligía.

Con el amanecer rozando el horizonte, Raven se recostó lentamente en el sillón, sus párpados pesados por el efecto tranquilizador de la poción.

"(con voz temblorosa) Robin, por favor... no... no me dejes." Raven intentaba permanecer despierta, tomó la mano de Robin

Las lágrimas escapaban de sus ojos mientras se aferraba a la mano de Robin con desesperación.

"Estoy aquí, Raven. Siempre estaré contigo, te protegeré." Contesto Robin mientras le acariciaba la mejilla

Raven sollozaba entre palabras entrecortadas mientras la calma y el sueño la abrazaban lentamente.

"No dejes que me encuentre"

Con cada palabra, Raven parecía sumergirse más en el mundo onírico, con Robin a su lado ofreciendo consuelo y protección en la semioscuridad de la habitación.

"no...no quiero...no quiero morir"

Los ojos de Raven se cerraron lentamente mientras su respiración se volvía tranquila y regular. Robin permaneció a su lado, velando por su sueño reparador, con la promesa silenciosa de permanecer como su guardián en la noche.

Los Titanes se observaron sorprendidos por las palabras de su amiga, preocupados por su bienestar.

¿Qué sucede con ella? ¿Quién le quiere hacer daño?

Fin