Leyn
Estaba cansada y aburrida, como no estarlo en una casa sola y corriendo para no aburrirme, muchos dirán "por que no sales y te diviertes" pero no puedo Adam dice que lo tengo estrictamente prohibido, y me encantaría decirles por que o como llegue asta acá, pero no me acuerdo, suena muy raro lo se, pero e olvidado todo lo que viví en el pasado antes de llegar asta acá y también le e preguntado al testarudo de Adam pero lo máximo que me a dicho a sido "No preguntes tanto Malik" y luego se va e inventa algo para hacer y que no le haga más preguntas.
Bueno volvamos a lo anterior. Estaba descansando en un sofá mirando el techo y pensando en muchas cosas como en el ¿Por qué no puedo salir? o ¿Por qué Adam evita mis preguntas?, agh esto es aburrido.
Me levanto del sofá a paso lento yendo hacia la cocina con los pies arrastrando, llego a mi pequeño recorrido y voy hacia la nevera para ver que puedo hacer, suelo hacer demasiadas cosas para no aburrirme, veo que hay pocas cosas pero me sirven para hacer galletas. Tomo el libro con las recetas, busco en la página de postres para poder encontrar como hacer galletitas.
Después de buscar los ingredientes y los materiales que necesito empiezo a hacer las galletas, luego de un rato de mi intento de galletas perfectas y de un desastre que luego tendré que limpiar ya tengo mis galletas o bueno la masa de galletas en el horno. levanto la mirada para encontrarme con todo el desorden que e echo, sigo sin entender como con una receta tan simple hago tanto desastre, es como si hubiera echo un pastel, solo que si lo hiciera, arrasaría con todos los ingredientes.
—¡piww!,¡piww!—suena un minúsculo artefacto que tengo para saber cuando están las cosas ya listas o cuando tengo que hacer algo, en este caso sacar las galletas del horno, después de haberme comido la mitad de las galletas y quedar completamente satisfecha decido dejarles una galletas a Adam.
Han pasado unas dos horas después de mis intentos de distraerme con algo, escucho como alguien entra a casa y voy corriendo, no para saber quien es, es obvio que lo se solo lo conozco a el, si no para ver un poco afuera, llego muy rápido a la entrada pero el ya cerro la puerta, bufo y bajo mis brazos con exageración.
Adam solo me fulmina con la mirada mientras pone su mochila en el piso —¿Qué pensabas leyn?— me pregunta sin mirarme pero puedo notar cansancio en su voz, esta vez soy yo la que lo fulmina con la mirada.
—no lo se, ¿intentar ver un poco mas?—estaba irritada, nunca me a dejado ver mas allá de un pequeño agujero que se encuentra en mi habitación, en casa hay ventanas pero están tapadas con alguna pintura o capa negra, y todo tipo de acceso al exterior esta tapado.
—¿haz echo galletas?—pregunta terminando de sacar todo lo que tenia en su mochila.
—si, te guarde unas— me di cuenta de que intento cambiar la conversación así que lo seguí, tampoco tenia muchas ganas de discutir y terminar en el sótano. Adam dice que si me comporto mal iré al sótano y no miente, suele ser muy firme con lo que dice y hay veces que odio eso, me trata con una niña y ya tengo 17 años y el solo me lleva un año casi dos,hay ocasiones donde si me da miedo Adam tiene una mirada bastante intensa y en ocasiones eso me pone nerviosa y el que sea alto y un poco musculoso no ayuda a que me sienta mas calmada, su cabello es ondulado y negro y tiene gafas pero no le gusta utilizarlas.
ESTÁS LEYENDO
No Exit
Teen FictionAdam es el típico chico malo de la escuela, no habla con nadie, o no con muchas personas, tiene un secreto en su casa, algo que nadie puede saber o alguien que nadie puede saber.