"Golpes"
–Aquí tiene su orden señorita, ¿Desea algo más?–dijo la mesera.
–No, eso sería todo, muchas gracias– sonrió. La mesera se fue de la mesa y siguió atendiendo a las otras personas que iban llegando. En su momento de descanso salió del lugar y se sentó en la parte trasera del restaurante donde trabajaba, alzó su cabeza y se quedó admirando el cielo rojizo que estaba sobre ellos, en su rostro había una gran expresión de culpa, tristeza y arrepentimiento.
–Perdóname.. Perdóname–repetía sin cesar mientras sus lágrimas se resbalaban por sus mejillas.
–¡Molly!– la puerta fue abierta de un solo golpe haciendo que la araña se asustara-–¿¡Que demonios haces aquí!?–gritó.
–Es mi momento de descanso señor– habló con voz baja mientras secaba sus lágrimas o lo que quedaban de ellas.
–Eso fue hace cinco minutos, te necesito en el restaurante, ahora– dicho esto cerró la puerta. La araña soltó un largo suspiro– Debí haberme quedado con Niss– dijo en un susurro.
La chica entro al restaurante y se puso su mandil de color negro que era desde sus caderas hasta sus rodillas. Molly entro a la cocina para agarrar los platos y que cada cocinero le diga a qué mesa era, la de pelaje blanco salió y fue a la mesa más cercana para dejar la orden que le correspondía y después fue a la otra.
–Aquí tienen su orden– dijo mientras terminaba de entregar el último plato– ¿Desean algo más?– añadió. La chica de la mesa negó.
La araña se retiró del lugar para volver entrar a la cocina y buscar la siguiente orden para dar–Molly, necesito un favor.
–Estoy en jornada laboral, no puedo– contestó la chica.
–Vamos Molly.... un pequeño favorcito– suplicó la pecadora– ¡Te cubriré! ¿Si?– la araña dejo la bandeja de lado y se giró a verla– ¿Quién me asegura que lo harás?.
La pecadora iba a contestarle pero fue interrumpida por uno de los trabajadores del restaurante –Oigan menos charla y más trabajo, no querrán que el jefe nos regañe a todos otras vez por su culpa. Molly no dijo nada y se fue dejando a ambos pecadores solos–¿Por qué siempre te metes donde no te llaman, Dereck?.
–Mira Emilia, deja en paz a esa pecadora, todos sabemos que no te cae bien pero ahí estás, molestándola y pidiéndole favores que no la benefician.
Emilia se enfureció al escuchar eso–Eso no te incumbe, además ella es la ingenua que acepta, intentando hacerse la "buena" con nosotros– dijo con enojo– Te recuerdo que por culpa de ella terminamos aquí– añadió, el mesero suspiro para después acercarse a la puerta– No fue culpa de ella, pero siempre la quieres culpar de todo.
La más alta lo tomo del brazo y lo atrajo hasta quedar frente a él– Escucha, me tienes harta. Siempre la defiendes ¿Te gusta acaso?– el mesero se soltó del agarre de esta, y se fue sin responderle. La cocinera se enojo más por eso–Idiota– fue lo único que dijo para después irse a seguir haciendo lo suyo.
Molly agarraba sus cosas y dejaba su mandil en el pequeño armario que estaba en el segundo piso del restaurante. Al terminar, bajo las escaleras y se despidió de los demás que seguían ahí, salió del lugar y empezó a caminar a su casa, si es que podía llamar así a ese edificio extravagante donde nunca fue capaz de salir.
Cuando la araña estuvo frente al edificio dudo si entrar o no pero ¿Tenía opciones? No las tenía, ni una, si intentaba escapar lo iban a saber tarde o temprano y su castigo será peor que el de su gemelo... «Anthony..» pensó la araña, tenía tiempo que no lo veía. A la final decidió entrar al edificio y subió las escaleras dirigiéndose a la habitación de cierta polilla ¿No pasaría nada si veía a su gemelo por unos minutos, verdad?.
Cuando se adentro al edificio de los Vees se dirigió al piso en dónde se encontraba sus hermanos, verlos no le haría mal, necesitaba distraerse y no hay nada mejor que pasar una noche con sus hermanos. Cada vez que se acercaba, gritos se escuchaban por toda la habitación y el pasillo de dónde se encontraba está, nadie se acercaba ni mucho menos pisaba aquel lugar, miedo, eso es lo que sentían.
La chica corrió a la habitación donde se encontraban sus hermanos sin pensarlo abrió la puerta de un golpe encontrándose con una escena que no deseaba ver. La araña de color gris temblaba en el rincón en el que se encontraba, su cuerpo estaba lleno de hematomas y rasguños, cómo si le hubieran tirado un vidrio o algo.
Por otro lado, su gemelo se llevaba la peor parte.
–Anthony...– aquel nombre salió en un susurro de los la labios de la arácnida.
El overlord salió de la habitación completamente furioso sin prestarle atención a la gemela del arácnido.
–Molly...– su voz era demasiado baja cómo si fuera a perderla de un momento a otro, la chica se acercó a su gemelo y lo ayudó a ponerse de pie.
–Tony.. ¿Qué sucedió aquí?– el nombrado miró a su hermano quien aún seguía en el rincón de la habitación, le hizo una seña a su hermana para que lo lleve donde se encontraba este. Molly no le dijo ninguna otra pregunta y solo cumplió con lo que le pedía el arácnido.
Cuando los tres hermanos estuvieron juntos el de pelaje blanco empezó a curarle las heridas a su hermano mayor, este solo quejaba por el ardor que sentía–Este lugar es peor que las mismas calles del infierno– dijo Arackniss. Los hermanos compartieron miradas entre si sin decir otra palabra más.
A pesar de que Anthony era el más afectado y el cual debía ser tratado primero, no le importaban en lo más mínimo sus heridas sus hermanos siempre estarían primero y agradecía que en ese momento Molly no hubiera estado presente, su hermana no merecía nada de esto, ninguno de ellos pero...las cosas no siempre son como las esperas, la vida no es un cuento de hada porque siempre habrá sufrimiento y maltrato en ella.
Un capítulo un poco corto. Espero y les haya gustado. Nos vemos en el siguiente capítulo, bye ♡.
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El Circo Morningstar | [HuskerDust]
RomansaAU The Greatest Showman El Gran circo, nunca ha salido de su anillo de origen, nunca ha sido reconocido, era un fracaso. Esto lleva a Charlie a buscar un socio que para su sorpresa encontró dos. Con ellos, Charlie saco su circo adelante sin ningún...