Dos palabras

Capitulo 1

Cada noche era más intenso y hasta más grande el cariño que le tenía a ese chico. Era el típico chico que no se fijaba en una joven como yo.
Podría decir que paso la mayor parte del tiempo pensando en él, lamentablemente no era para mí, no se fijaba en mi; no iba a ser absolutamente nada mío.
Pero algo que realmente me hacía feliz, era que la próxima semana lo vería en la escuela junto a sus amigos por ejemplo Ted el chico musculoso y por otro lado Francisco el era muy atractivo, hay que aceptarlo era muy lindo. Pero sin embargo Ryan seguía siendo el mejor de todos, que aunque no fuera ni el más atractivo ni más musculoso tenia algo que me llamaba la atención el era el chico por el cuál diría sin pensar las dos palabras más sinceras que le diría a alguien.
Por otro lado yo no me atrevería a decirle eso, no soy una chica muy buena en esas cosas pero en si me encantaría. Casi siempre pienso en que -¿Como reaccionaría si le dijera esas palabras tan diminutas pero tan lindas?- La verdad si perdía mi tiempo pensando en ese tipo de cosas, yo no era echa para el .
Yo sabia que no se fijaría en alguien que la mayor parte del tiempo pasa encerrada en su casa y sobre todo que le encantaba leer.
Era casi imposible, pero aunque yo le hubiera hablado solamente una vez por medio de mi mejor amiga Taylor desde ese momento me sentí hasta sonrojada. ¿Pero por qué? Realmente me empezó atraer desde ese instante , acaso sería el amor de mi vida; sin que el lo supiera?
Eso me atormentaba la verdad me encantaría saber que pensaría él en esas dos palabras que de mi boca nunca podrían salir. Pero bueno algo positivo y algo realmente bueno lo vería dentro de 2 horas.
Mi alarma estaría pronto a sonar al ser las 7:40 am. Ya era hora de regresar a la escuela y que tal vez lo volvería a ver. Deseaba con ansias ya volver a estudiar con ese chico tan apuesto, al cual no me atrevería a hablarle.
Por fin eran las 7:30 exactamente, la ansiedad no me dejaba, así que decidí levantarme de mi cómoda cama e ir hasta el baño. Salí de la ducha y decidí hacerme una coleta algo sencillo y un outfit normal, algo casual.
No me tomé la molestia de buscar algo bonito, si no algo mas bien sencillo y cómodo.
Bajé de inmediato a desayunar y ahí estaba mi madre esperándome para tomar un delicioso jugo con un pan esquisito.