Capítulo 14: El segundo reto concluye

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Un grupo de jóvenes escuchaban con atención lo que uno de los conductores del programa del cual eran parte les decía.

Bueno queridos participantes, antes de que el reto empiece, les recordaré cómo va la tabla de posiciones hasta ahora, pronunciaba Broly, mientras en una pantalla se mostraba la tabla de posiciones.

Harumi y Satoshi: 10 puntos

Helles y Jiren: 10 puntos.

Bulma y Vegueta: 10 puntos.

Macarita y Raditz: 8 puntos.

Dieciocho y Krilín: 8 puntos.

Sora y Touya: 7 puntos.

Brianne y Zamas: 6 puntos.

Milk y Gokú: 2 puntos.

Sin duda estos 5 puntos, serán muy valiosos para cualquiera de las parejas que logren obtenerlas, pues les ayudaría a repuntar o a salir del fondo de la tabla, por lo tanto, chicos y chicas, demuéstrennos a todos que tan buenos padres pueden ser en estás horas que simularan ser una familia de verdad, agregaba Cirys.

Recuerden que a cada uno les asignamos un bebé artificial, un bebé con capacidades de un bebé de verdad, por ello el comportamiento que tengan con este o estos, en el caso de Sora y Touya, tiene que ser el correcto, ya saben que se puntuara solo la perfección en este reto, dijo Broly, haciendo una pausa para agregar: El reto empieza, e inicia visitando en familia el supermercado.

¿Qué será necesario llevar para un bebé cuando se lo lleva de compras?, añadió Cirys.

Pues ello depende de los padres, ¿no?, contesto Broly, mientras las parejas se miraron entre sí.

¿Será correcto llevarlo en los brazos o mejor lo llevamos en un cochecito?, dijo Zamas, mirando a su prometida.

Si vamos de compras lo mejor es llevar el coche del niño, ¿no?, contesto Brianne.

Sí tienes razón, además todos están acostando a sus bebes en un coche, acoto el joven.

Entonces hagamos lo mismo, dijo la joven, mientras una pareja discutía a unos metros de ellos.

¿Cómo que se está poniendo rojo?, ¿no?, decía un joven, mientras una morena acercaba su rostro al lugar donde estaba acostado él bebe artificial que les habían dado.

No que va, es su color de piel, contesto la joven, haciendo una pausa para agregar: Lleva tú el coche, y vamos a la tienda de bebes, necesitamos comprarle sus cositas a...

Jirencito, dijo el joven sonriendo.

Si, a Jirencito, contesto la morena, mientras su prometido posaba su mirada en el bebé artificial.

Estaré viendo mal, lo veo más rojo, pensó el joven.

En tanto:

¿Cómo que huele mal no lo crees?, decía Macarita.

Si, tienes razón, contestaba Raditz.

Revísenle el pañal, estos muñecos parecen de verdad, pronunció un joven cabello de flama que pasaba junto a una peliazul quien llevaba un cochecito de bebé.

¿Crees qué?, dijeron a la vez el par de jóvenes.

Hay no, cámbiale tú el pañalito, decía Macarita.

¿Yo?, ¿por qué?, se supone que ello es cosa de mujeres, ¿no?, además es una niña, respondió Raditz.

Es solo una muñeca, expreso Macarita, al tiempo que la bebé estallo en llanto.

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