Narrado por Tom
No podía creer que Kristen se fuera así como así. Dejar al niño, a su hijo. Sabía que esto no me olía bien, lo sabía. Sabía que algo se traía entre manos.
No quedaba nada de ella en el piso. Ni sus maletas, ni su ropa. Nada. Había aprovechado mientras dormíamos para recoger todo y largarse. Intenté llamarla un par de veces, pero nada. El móvil me daba apagado todas y cada uno de las llamadas.
Bill se lo tomó mal, bastante mal. Una cosa era que nos lo dejara, pero seguir siendo la madre del niño, y otra era irse sin más, diciendo que no quería ser su madre, y encima decirnos que le dejásemos ser su tía. No sé en qué narices piensa. ¿Su tía? Este niño no necesita una tía, necesita una madre.
– ¿Estas mejor? – me acerqué a Bill que estaba cambiando al niño para acudir a la comida con los chicos.
– Si. – me respondió desganado.
– ¿Quieres... quieres que lo dejemos con mamá y así desconectas hoy?
– ¿Qué? ¡Claro que no! No, Tom, es mi hijo. No es una mascota que puedes dejar con mamá para irte de fiesta. – me miró enfadado y cogió al niño para meterlo en el carrito.
– Oye, no lo he dicho de esa manera. Solo pensaba que sería bueno que desconectaras, nada más. Se que es tu hijo...
– Lo siento. – me abrazó y le acaricié la espalda. – Lo siento por hablarte así. Joder, estoy... no lo sé. Todo está pasando tan rápido.
– Lo sé. No pasa nada. – le dejé un beso en el hombro. – Anda, vamos. Todos están esperando ansiosos de conocer a Alex.
– ¿Hemos cogido todo?
– Si.
– ¿Seguro?
– Si, biberón, leche, agua, pañales, ropita por si se mancha, la mantita...– fui enumerando contando con los dedos. – Creo que no falta nada.
Me abrazó de nuevo y me dio un beso.
– ¿Y esto a qué se debe?
– Lo haremos bien, ¿verdad? – dijo refiriéndose al cuidado del niño.
– Claro que lo haremos bien. Nos tiene a los dos. A mamá, al loco de Dereck y ahora seguro que enamora a Georg y a Gus y a las chicas. – sonrió y volvió a darme un beso.
– Te quiero.
– Y yo. Y ahora mueve ese culo. – le di una palmada en el culo y se sobó donde le di.
– Auch.
Montamos en el coche y a Alex lo dejamos en su capazo. Tuvimos que comprar la silla especial para él. Ahora Bill se montaba con él atrás en vez de delante como siempre lo había hecho. Pero era normal. Solo esperaba que por hoy no pensara en nada y se relajara.
Como él había dicho, todo estaba pasando demasiado rápido. De un día a otro teníamos al niño en casa y, en tan solo unas horas, lo estaría para siempre.
Me encantaba estar con el niño, me despertaba muchísima ternura y es tan tranquilito que apenas llora solo para que le demos su comida o le cambiemos el pañal. Es precioso.
En poco más de veinte minutos salimos de la ciudad y estábamos en el lugar acordado. Ya vimos los coches aparcados y a todos por allí andando de un lado a otro.
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Mentiras en la red 2 - TWC-R
FanfictionResubido!!! 2ª Temporada de Mentiras en la red.