Bebé a bordo [JJK X Lectora]

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↳ ‧₊˚┊Nota de la autora:

☪·̩͙La siguiente historia se inspira en las creencias arraigadas de mi pueblo, y está diseñada para añadir un toque cómico y situaciones exageradas. Sin embargo, es importante tener en cuenta que algunas personas podrían sentirse incómodas debido a las creencias que se mencionan. Por favor, léela con mente abierta y disfruta del humor que pretende ofrecer.

(__) Observaba con terror el resultado de la prueba de embarazo, su corazón latía desbocado. Jamás imaginó que las leyendas de su pueblo pudieran ser verídicas.

Estaba convencida de su virginidad. Ni siquiera había dado su primer beso. Sin embargo, resultaba increíble que pudiera estar embarazada simplemente por no limpiar adecuadamente la tapa del retrete donde había hecho sus necesidades.

Sus padres le habían advertido que evitará los baños públicos durante el carnaval y otros eventos concurridos.

Su madre la miró con pesar. Había tenido que comprar la prueba de embarazo para evitar que los rumores se propagarán.

—¿Qué deseas hacer? —preguntó, con la mirada clavada en su única hija. Estaba dispuesta a respaldar cualquier decisión que tomará; después de todo, había sido un error ingenuo.

—No esperaba llegar a esto. No tengo ni idea de qué hacer —respondió nerviosa.

—Podemos visitar a la curandera del pueblo, si así lo deseas, para que te dé algunos remedios —sugirió su madre mientras (__), con dificultad, tragaba saliva.

—Me gustaría primero saber quién es el padre de este bebé —dijo (__), sacudiendo la cabeza. No quería tomar una decisión apresurada.

—¿Crees que podrás encontrarlo? No tienes idea de cuántos hombres entraron a ese baño durante el carnaval —se quejó su madre, tirando suavemente de un mechón de cabello de (__).

(__) gimió al sentir el tirón. Sabía que su madre tenía razón, pero confiaba en poder encontrar al padre.

—Bueno, podríamos limitarlo a los jóvenes; ningún adulto entra a los baños por temor a embarazar a una mujer —trató de sonar razonable mientras comenzaba a morderse las uñas nerviosamente.

—Deja de morderte las uñas o tendré que volver a untarlas con ajo —se quejó su madre—. Si es así, entonces tienes más de veinte opciones. ¿Cómo piensas resolverlo?

—Preguntándoles, ¿no es obvio? —respondió de manera burlona, mientras su madre suspiraba.

—Que Dios proteja a este bebé si llega a nacer. Esperemos que el padre sea responsable y no tan descuidado como tú —murmuró.

—¿Descuidada yo? —preguntó (__), incrédula, señalándose a sí misma.

—Claro que lo eres. ¿Qué tipo de hijo ignora los consejos de sus padres? Más sabe el diablo por viejo que por diablo. ¿Cómo crees que quedaste embarazada de ti misma? —la interrumpió su madre, arqueando una ceja.

(__) soltó una carcajada; después de todo, entendía perfectamente cómo había quedado embarazada su madre.

—Por supuesto que se durmieron y entrelazaron las manos —dijo su (__), haciendo que su madre asintiera, abriendo los ojos sorprendida.

—¿Espera, también es cierto?

—¡Por supuesto! Incluso un simple beso puede resultar en un embarazo. ¿Por qué crees que se restringe tanto el contacto entre hombres y mujeres? —explicó su madre.

Al escuchar esas palabras, (__), sintió un escalofrío recorrer su cuerpo. Sabía que había escuchado esas historias antes, pero siempre había pensado que eran exageraciones.