JORGE
Cuando llegamos a su casa, me dejó entrar primero y me llevó a su cuarto, cuando estuvimos dentro del cuarto, cerró la puerta con seguro, me volteé a verlo y antes de decir algo, me besó.
Me besó como si estuviera hambriento de mí, me empezó a desvestir y yo a él, me quedé admirando su abdomen marcado y la V sobresaliendo de su pantalón, me tiró sobre su cama y siguió besándome, me besó el cuello y chupó, estaba seguro que me dejaría marcas, siguió bajando hasta llegar a mi bragueta, me miró y yo asentí, me bajó los pantalones junto con el calzoncillo, sonrió lascivo cuando vio mi erección palpitante, sin perder tiempo, agarró mi erección con sus dos manos y me empezó a lamer de arriba a abajo, solté un gemido y eso lo impulsó a hacerlo más rápido, me metió en su boca tibia y me chupó, agarré un puñado de su cabello y lo guíe más rápido, cerré los ojos y me dejé llevar por la increíble sensación.
Abrí los ojos cuando se separó de mí y antes de que proteste, me giró para ponerme en cuatro, escuché cuando se bajó el pantalón y buscaba en un cajón un preservativo.
Sentí sus manos separarme las nalgas y gemí cuando pasó su lengua por mi ano.
---- ¿te gusta eh? ---- preguntó agitado, siguió haciéndolo hasta que Sentí como me tensaba listo para alcanzar mi liberación ---- todavía no, Jorge.
Se alejó dejándome jadeando, y 5 segundos después Sentí como dejaba una crema en mi ano, temblé por la sensación de sus dedos abriendome fácilmente por el lubricante.
Escuché cuando abrió el preservativo y giré para verlo, me quedé paralizado cuando vi su pene grande y ancho, rodeado de venas marcadas, abrí la boca pensando que era imposible que entrará en mí.
---- Eso es imposible que entre en mí --- dije nervioso, se dio cuenta de mi miedo y sonrió, haciendo que su hoyuelo se marcara.
---- De que cabe, cabe, sólo relájate, confía en mí ---- lo miré por unos segundos más y giré decidido.
---- Hazlo, pero suavecito.
Guió su pene a mi entrada y me tensé.
---- Tienes que relajarte, o si no, te va a doler el triple.
Le hice caso y sentí como entraba despacio y un poco fácil por el lubricante, gemí cuando la punta estaba dentro de mí, siguió empujando más, sentí una presión dolorosa, ya debería estar completamente dentro.
---- ¿Ya entró toda? ---- pregunté esperanzado.
Escuché su risa burlona
---- No ha entrado ni la mitad ---- contestó con burla
---- ¿Qué?, no me jod...
Dejé de respirar cuando entró de una entoscada en mí, gemí tan fuerte, que me alegré que sus padres no estaban, seguido Escuché su gemido tan exitante que sentí como mi líquido pre seminal salía.
---- Dios, este es el puto paraíso ---- dijo jadeando
Comenzó a moverse al principio despacio y después rápido y fuerte, me agarré de las sábanas y mordí la almohada.
En la habitación se escuchaban nuestros gemidos y el sonido que producían nuestros cuerpos, sus testículos chocaban contra mis nalgas con cada embestida, su otra mano agarró mi pene y empezó a masturbarme.
Puse los ojos en blanco por el gran placer.
---- Cuando te vengas, quiero que grites mi nombre ---- habló entrecortado en mi oído, se empezó a mover frenéticamente, haciendo que me tense, necesitando una liberación rápido.
Lo sentí tensarse también y me agarró de la cintura para darme más duro.
Lo sentí crecer en mi interior, sentí mi pene endurecerse más, si contenerme, me vine soltando chorros de semen por su cama.
---- Artemio... ---- gemí su nombre y lo sentí tensarse para después sentir como su cuerpo se relajaba.
Me besó el cuello para después ir al baño a botar el preservativo, me desplomé y cerré los ojos cansados, sentí como la cama se hundía y después lo sentí recostarse a mi lado, como si mi cuerpo necesitará más de él, me acurruqué a su lado y recosté mi cabeza en su pecho, durmiéndome escuchando sus latidos.